La libra libanesa cayó el jueves (11 de junio) acercándose a un tipo de cambio de 5.000 libras por dólar en las oficinas de cambio, una caída acelerada que ha provocado disturbios en varias regiones del país. Una multitud de manifestantes pidió la destitución del gobernador del Banco Central, Riyad Salamé.
Los servicios del primer ministro Hassan Diab anunciaron una reunión “urgente” del gobierno, el viernes 12 de junio, dedicada a “la situación monetaria”.
Esta depreciación se produce en un momento en que el gobierno está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a detener el colapso económico, el principal motivo de las protestas sin precedentes que tuvieron lugar en octubre contra una clase política acusada de incompetencia.
Las manifestaciones acompañadas de bloqueos de carreteras estallaron el jueves por la noche en el Líbano, y la policía a veces intervino con gases lacrimógenos.
Docenas de manifestantes se reunieron en una encrucijada clave en el centro de Beirut, dijo un periodista de la AFP. “Ladrón, ladrón, Riad Salamé es un ladrón”, corearon, refiriéndose al gobernador del Banco Central.
También corearon consignas en favor de la unidad después de los intentos de provocar enfrentamientos sectarios el pasado fin de semana.
“La gente no puede aguantar más, es suficiente”, dijo Haitham, un manifestante en el centro de Beirut, citando la depreciación.
En el centro de la capital, cerca de la plaza Riad al Solh, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que arrojaron piedras, según informes de la televisión local.
En Trípoli, una gran ciudad del norte, el Ejército también disparó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que habían intentado entrar en la sucursal local del Banco Central, según la agencia estatal ANI, que informó de ocho heridos.
El lanzamiento de un cóctel molotov prendió fuego a los árboles en frente del edificio, según un corresponsal de AFP.
Los manifestantes se movilizaron en la carretera al norte de Beirut, en Tiro, pero también en Sidón (sur), donde los contenedores de basura fueron incendiados, según ANI.
La presión extranjera y notablemente estadounidense ha impedido hasta ahora que Líbano se abra a China o incluso a la vecina Siria.
Source: Sitio de Al Manar en Francés