El presidente ruso Vladimir Putin hizo una larga llamada al presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi hace unos días, en la que tocó en detalle el tema libio, pero también mencionó, según una fuente recogida por el diario Binaa, las políticas estadounidenses hacia Irán, Siria y Líbano en un momento en el que la actual administración estadounidense está viviendo sus últimos meses y cuando existen serias dudas que Trump sea reelegido en medio de las múltiples crisis que azotan EEUU.
El plan de operaciones tácticas de EEUU, que actualmente está buscando el objetivo estratégico de expulsar a Rusia de Oriente Medio e impedir la entrada de China en la región, tiene como primer paso aumentar la presión, por todos los medios posibles, sobre Teherán, desde lo financiero a lo militar, como muestra su intento de prorrogar el embargo de armas de la ONU, que expira en octubre y al que tanto Rusia y China se oponen.
EEUU intenta, sin éxito, dañar las relaciones de Irán con Rusia y China, porque sabe que una alianza de Irán con estos dos países crearía una alianza capaz de debilitar notablemente la posición de EEUU en Oriente Medio y el conjunto de Asia.
Esa política de terrorismo económico busca también ser implementada en Siria a través de la aplicación de la llamada Ley César, que busca retrasar la reconstrucción de Siria y privar al país de medios económicos para llevar al Estado sirio a realizar concesiones a EEUU, lo que supondría en la práctica el fin de la independencia y soberanía de Siria.
El presidente Putin señaló que tiene información que confirma que ciertas partes en la administración estadounidense están alentando a “Israel” a intensificar sus operaciones aéreas contra Siria con el objetivo de aumentar la presión sobre el gobierno sirio para obligarlo a realizar concesiones.
En cuanto al Líbano, la fuente confirmó que el presidente Putin ha informado al presidente egipcio de que una mirada a los rostros de los participantes en los movimientos de protesta que tienen lugar en las regiones libanesas es suficiente para conocer su afiliación partidista y, por lo tanto, quién los promueve y quién los financia. Sus consignas contra el Estado libanés confirman que ellos están girando en la órbita del plan estadounidense anti-ruso en Oriente Medio.
Si bien el presidente Putin no se mencionó directamente a la parte que financia e impulsa las protestas en el Líbano, la fuente (no el presidente Putin) cree que el liderazgo ruso tiene información detallada sobre la financiación por parte de los Emiratos Árabes Unidos de las acciones de protesta. Se trataría una red de libaneses asociada con el ex asesor estratégico principal de Trump, Steve Bannon, y vinculada directamente a un grupo de jefes de compañías con sede en Abu Dhabi.
La fuente mencionó la afirmación del presidente Putin de que su país abordará todos estos planes con gran determinación, aunque no reveló al presidente egipcio como se materializará esta respuesta.
Fuentes citada por Binaa informan que las partes del eje de la resistencia han tomado una serie de medidas serias y prácticas para abortar el plan estadounidense en su inicio e indican que “el Líbano y Siria son más fuertes que sus planes y lo que ellos no obtuvieron con la guerra, la conspiración y la sedición, definitivamente no lo van a lograr por medio de las sanciones y las presiones financieras”.
Estas fuentes señalan que no existe peligro para la situación económica siria ni para el control efectivo que ejerce el Estado sobre la economía y la situación militar y política. La propia Siria y sus aliados son capaces de garantizar las necesidades financieras del país. Lo mismo cabe decir del Líbano, cuya fuerza ya no reside en su debilidad, sino en su transformación de un estado de la resistencia, que juega ya un papel fundamental en las ecuaciones regionales e internacionales.
Source: Binaa