Las solicitudes de beneficios por desempleo de los trabajadores recién despedidos siguen siendo obstinadamente altas en EEUU, en medio del temor a que el alza de número de contagios por coronavirus pueda revertir el progreso de la economía.
Los datos del Departamento de Trabajo publicados el jueves mostraron que otros 1,48 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada, una caída de solo 60.000 con respecto a la semana anterior, lo que indica que, incluso cuando los estados permiten que las empresas reanuden sus actividades después de que hubieran cesado la actividad a mediados de marzo, algunos empleadores podrían no poder hacerlo en medio de una débil demanda.
Datos separados del Departamento de Comercio mostraron que los pedidos de fabricación se recuperaron el mes pasado cuando las fábricas reanudaron la producción, pero con la pandemia de coronavirus lanzando un asalto renovado a la economía estadounidense, los analistas advierten que incluso el progreso limitado logrado en las pasadas semanas está en peligro.
“Hemos superado el shock del desempleo inicial y ahora estamos viendo las larga y problemática influencia de los efectos de segundo orden a medida que muchas empresas se dan cuenta gradualmente de que las condiciones no volverán a ser casi normales en un futuro cercano”, dijo Shai Akabas, director de política económica en el Centro de Política Bipartidista, en Twitter.
Los últimos datos elevan los despidos a 47,2 millones desde que comenzaron las medidas de confinamiento.
Las 728.120 personas que solicitaron beneficios por desempleo la semana pasada en virtud del paquete de estímulo de la Ley CARES, que otorga 2.200 millones de dólares a los contratistas y los trabajadores autónomos, que normalmente no son elegibles para tales beneficios, se sumaron al número de parados.
La tasa de desempleo asegurado indica que el porcentaje de personas que realmente recibieron beneficios de desempleo fue del 13,4 por ciento en la semana que terminó el 13 de junio, solo medio punto menos que la semana anterior, a pesar de las esperanzas de que las personas volverían rápidamente a sus trabajos a medida que los estados reabrieran.
Partes de EEUU parece estar retrocediendo en su lucha contra el coronavirus, con más de 35.900 casos reportados en 24 horas el miércoles.
“El peligro ahora es que los despidos repunten en los estados donde las infecciones aumentan rápidamente y las personas comiencen a mantenerse alejadas de los restaurantes y centros comerciales”, escribió Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, en un análisis.
El Departamento de Comercio también publicó su último pronóstico del PIB, que muestra que la economía estadounidense se contrajo un cinco por ciento en el primer trimestre de este año.
Source: AFP