Varios ex combatientes sirios que trabajaban al servicio del Ejército estadounidense en la base de Al Tanf ubicada en la frontera fronteriza sirio-jordana con Iraq narraron al sitio de noticias Al Ahed cómo se hartaron de la idea de depender de la voluntad de los estadounidenses ocupantes de sus tierras.
“Hay un gusto diferente por la vida cuando se está en el campo de la libertad y el patriotismo”, dijo Gannam Samir Judair (Abu Hamza) al sitio web de noticias Al Ahed, mientras contó la historia de su fuga del infierno del campo de Rukban, anexo a la base ilegal estadounidense de Al Tanf.
Abu Hamza explica a Al Ahed que, durante más de un año y medio, trabajó en la base de Al Tanf y el campo de desplazados adyacente de Al Rukban, ocupados por los norteamericanos, como parte del grupo llamado “Comandos de la Revolución”.
“Directamente vinculado al ejército estadounidense, él salió a realizar reconocimientos y ataques contra los sitios del Ejército sirio antes de que él mismo y un grupo de sus compañeros optaran por dejar de servir a un ejército ocupante y hostil y se reintegraron a su patria. Durante varios meses ellos desarrollaron un plan para huir del campo sin que los estadounidenses se dieran cuenta.
Abu Hamza explicó a Al Ahed que él y varios de sus compañeros salieron de la base una noche y caminaron durante 7 u 8 kms para llegar a un sitio del Ejército sirio. Sin embargo, algunos militantes procedentes de la base de Al Tanf trataron de interceptarlos y se produjo un choque en el que destruyeron dos vehículos de aquellos mientras que el grupo de Abu Hamza perdió uno. Al final, llegaron a una posición del Ejército sirio en Ganim donde fueron bien recibidos.
Jalid Samir Judair (Abu Omar), que era comandante de una compañía de reconocimiento de los “Comandos de la Revolución”, dijo a Al Ahed que los miembros del Ejército sirio les dieron una cordial bienvenida. Los miembros del grupo, algunos de los cuales estaban acompañados por sus familias, regularizaron su situación con el fin de vivir una vida en paz y con una tranquilidad de conciencia que no existía anteriormente.
En lo referente a sus vidas anteriores en la base de Al Tanf y el campo de Rukban, Abu Omar enfatiza que la vida de los civiles en el campamento es “un infierno” y que los grupos armados allí roban la mayor parte de la ayuda proporcionada por el gobierno sirio y las organizaciones internacionales de ayuda. En cuanto a los militantes, la situación es relativamente diferente, como afirma Abu Omar: “Los estadounidenses proporcionan salarios a los militantes armados asociados con ellos y les brindan ayuda periódicamente para comprar su lealtad”.
Otro ex combatiente de los “Comandos de la Revolución”, Salah Rashid Al Zahir (Abu Adi) reveló al sitio de noticias Al Ahed que su misión anterior en la base de Al Tanf era monitorear y manejar cualquier interferencia de las fuerzas del Ejército sirio. “El campo está dividido en más de un grupo. Nosotros (los “Comandos de la Revolución”) estábamos vinculados directamente a los estadounidenses. Otros grupos llamados “fuerzas auxiliares” fueron entrenados por las fuerzas de ocupación británicas fuera del área”.
Él habló sobre las restricciones a los civiles en el campo de Al Rukban para evitar que huyan hacia las áreas de control del Ejército sirio. En el campo, se les niegan las necesidades más básicas de la vida.
Estos ex combatientes han roto con su pasado al servicio de los enemigos de Siria. Su camino hacia una vida digna y tranquila les lleva ahora a estar en el campo que lucha por la independencia y soberanía del país.
Source: Al Ahed