Fuerzas israelíes reprimieron este viernes una protesta de aldeanos palestinos quienes marcharon en defensa de sus tierras al norte de la ciudad de Nablus, perteneciente a Cisjordania ocupada, confirmó la agencia Wafa.
Los manifestantes condenaron las maniobras para expandir el asentamiento construido por colonos israelíes en el territorio árabe de Asira Ash Shamaliya, y los planes de anexión del Gobierno sionista, añadió la misma fuente.
A fin de dispersar a los pobladores del lugar, tropas israelíes lanzaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, denunció Wafa.
Como parte de la operación los militares agredieron al camarógrafo y al reportero de la televisión palestina, que cubrían la demostración de rechazo.
Se trata de la tercera protesta de ese tipo protagonizada por los habitantes de tal paraje a fin de repudiar la pretendida usurpación de sus terrenos en los alrededores del monte Ebal, y como resultado varios sufrieron episodios de asfixia por los efectos de los gases lacrimógenos.
En tanto colonos israelíes colocan casas móviles en los alrededores, con el objetivo de ampliar el espacio ocupado de manera ilegal.
Según estimados al menos 700.000 judíos viven en asentamientos dentro de los territorios ocupados palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este. La Organización de Naciones Unidas, bloques regionales, defensores de derechos humanos y otras numerosas voces de la comunidad internacional rechazan la anexión israelí de estos territorios.
Cisjordania fue ocupada militarmente por “Israel” tras la guerra de los seis días en 1967, y el plan impulsado por el primer ministro Benyamin Netanyahu prevé anexar ahora a su país partes de dicha demarcación.
En virtud del llamado “acuerdo del siglo” suscrito en enero por el presidente estadounidense, Donald Trump, y Netanyahu el Gobierno de Tel Aviv podría apoderarse de manera formal de hasta un 30 por ciento de tal enclave.
El plan, rechazado de plano por la Autoridad Palestina (AP), declara a Jerusalén capital indivisible de “Israel” y deja en sus manos el Valle del Jordán, situado en Cisjordania.
Mientras los palestinos tendrían solo derecho a una autonomía limitada, dentro de una patria discontinua.
La AP y otras facciones advirtieron que de llevarse a vías de hecho el programa de Netanyahu, en línea con la iniciativa defendida por el ocupante de la Casa Blanca, podría desatarse la tercera intifada como reacción popular (las primeras ocurrieron en 1987 y 2000).
De acuerdo con funcionarios de Tel Aviv, el líder del partido Likud -quien deberá asistir el domingo a la segunda vista de un juicio de corrupción en su contra-, espera por consultas con la parte estadounidense y por una declaración de Trump antes de proceder.
Con cierta oposición de figuras dentro de su Gobierno, que piden posponer la anexión para atender la crisis de la Covid-19, el plan sigue en la agenda de Netanyahu, aunque no hay claridad en cuanto a cronogramas, planos y formas para su implementación.
Source: PL