China prometió el martes una “represalia” si EEUU expulsa nuevamente a periodistas chinos en medio de la escalada entre las dos potencias en el campo de los medios.
En nombre de la lucha contra la supuesta “intimidación” sufrida por los periodistas extranjeros en territorio chino, Washington ha emprendido una batalla total contra los órganos de prensa del gigante asiático.
Entre estas medidas, EEUU solo ha emitido visados de 90 días a periodistas chinos desde el 8 de mayo, lo que significa que algunos expirarán pronto. Sus titulares pueden beneficiarse de una extensión, pero no es automática.
“Hasta ahora, ningún periodista ha obtenido una respuesta clara de las autoridades estadounidenses” a su solicitud de prórroga, se lamentó el martes en una rueda de prensa Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
“Si EEUU persiste en seguir este camino y comete aún más errores, China inevitablemente se verá obligada a dar una respuesta necesaria y legítima”, advirtió.
En los últimos meses, EEUU clasificó a una docena de medios de comunicación chinos, incluida la televisión estatal CCTV y la agencia Xinhua, como “misiones diplomáticas extranjeras”.
Las primeras medidas estadounidenses marcaron el inicio de una escalada entre los dos países sobre los medios.
A fines de febrero, tres periodistas del Wall Street Journal fueron expulsados de China en represalia por un artículo aparecido en el diario estadounidense que se consideró racista.
En el proceso, Washington ha reducido drásticamente el número de chinos autorizados a trabajar para los medios estatales de su país en EEUU.
Varias decenas de ellos fueron obligados a irse del país.
Las autoridades chinas tomaron represalias expulsando a otros corresponsales estadounidenses que trabajan para el Wall Street Journal y otros dos diarios, el New York Times y el Washington Post.
Cuando se le preguntó si los periodistas estadounidenses con sede en el territorio semiautónomo de Hong Kong podían ser deportados, Wang Wenbin se mostró evasivo.
La región “es parte de China” y las posibles medidas de represalia caen dentro de los “deberes y responsabilidades diplomáticas” del gobierno central, dijo.
La imposición desde el 30 de junio en el territorio de una ley de seguridad nacional podría aumentar la denegación de visados para extranjeros considerados indeseables.
Source: Agencias