El libro “Blood and Oil” (Sangre y Petróleo) de los reporteros del Wall Street Journal Bradley Hope y Justin Chuck revela cómo el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Ben Salman, llamó la atención de los estadounidenses por primera vez con la ayuda del príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed.
El libro incluye detalles de la ofensiva de Bin Salman contra los príncipes de la familia Al Saúd a través de sus ayudantes Saud Al Qahtani y Badr Al Asaker, con la cobertura de la administración de Donald Trump.
El libro revela el contenido de una comunicación entre el rey Salman bin Abdelaziz y el presidente de EEUU, Donald Trump: “Si no te gusta mi hijo, dile que está despedido”, dijo el rey Salman en un comentario que revela cómo los estadounidenses han tratado a los reyes y príncipes de Arabia Saudí, a quienes ven como empleados de la administración norteamericana.
Justin Chuck, uno de los autores del libro “Blood and Oil”, escribió: “Todo lo que ha hecho MBS es fortalecer su papel como gobernante del reino. Hizo varios cambios, pero fueron superficiales y, cuando llegamos a la pregunta de si la gente podía expresar su libremente su opinión, vemos que no había indicios de eso. Bin Salman reprimió a los príncipes. Actuó de una manera que confirma la ausencia de libertades políticas”.
Bin Salman reforzó sus herramientas de espionaje contra los príncipes de la familia gobernante a través de su asistente Saúd Al Qahtani, y antes que él, Badr Al Asaker, que fue el protagonista del escándalo del pirateo de las cuentas de Twitter de disidentes y príncipes saudíes.
Estas medidas se implementaron con el apoyo del príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed, quien promovió a Bin Salman en Washington después de la elección de Trump. Bin Salman, por su parte, lo ayudó a tomar el poder en detrimento de su hermano Jalifa bin Nayef, el gobernante oficial de los Emiratos Árabes Unidos, contra quien el príncipe heredero de Abu Dhabi ha incitado repetidamente a los estadounidenses.
Source: Al Alam