Varios disidentes saudíes, la mayoría de ellos en el exilio, han formado un partido político para pedir reformas en el reino en medio de una “creciente represión”.
El Partido de la Asamblea Nacional (NAAS) hizo una declaración el miércoles, pidiendo un parlamento electo y salvaguardias constitucionales para garantizar la separación de los poderes legislativo, judicial y ejecutivo del gobierno.
“El ámbito de la política se ha bloqueado en todas las direcciones”, dijo el NAAS, instando a un cambio pacífico para combatir la “violencia y represión” del estado.
Madawi al Rashid, miembro del partido y académico, dijo a Reuters: “El momento es muy importante … el clima de represión solo está aumentando”.
El NAAS trabajaría con organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y grupos de derechos humanos, sin hacer campaña mediante manifestaciones en el país árabe del Golfo Pérsico, agregó.
Las autoridades saudíes han arrestado a decenas de activistas, blogueros, intelectuales y otras personas percibidas como opositores políticos desde que Mohammed bin Salman se convirtió en príncipe heredero en 2017, mostrando una tolerancia casi nula hacia la disidencia incluso frente a la censura internacional.
La imagen del MBS, el gobernante de facto de Arabia Saudí, se vio empañada por el espantoso asesinato del periodista Yamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul en octubre de 2018. El reino, dominado por el wahabismo, una ideología excepcionalmente intolerante, también es acusado de ejercer políticas radicalmente discriminatorias contra su minoría shií.
En enero de 2016, las autoridades saudíes ejecutaron al clérigo shií Sheij Nimr Baqir al Nimr, quien era un crítico abierto del régimen de Riad.
Los miembros del NAAS incluyen a Yahya Assiri, jefe del grupo de derechos saudí ALQST con sede en el Reino Unido, Abdullah al Audah, hijo del clérigo musulmán disidente encarcelado Sheij Salman al Audah, el destacado académico Said bin Nasser al Gamdi y el activista shií Ahmed Al Mshijs.
Abdullah al Audah dijo a Reuters que el grupo político planeaba crear un movimiento nacional trabajando con “todos, dentro y fuera de la familia real”.
A principios de este año, Mohammed bin Salman lanzó una nueva campaña de arrestos contra miembros de la familia real por un supuesto intento de golpe de Estado para derrocarlo a él y a su padre, el rey Salman.
En 2017, reunió a cientos de príncipes y empresarios adinerados en el hotel Ritz-Carlton en la capital saudí, Riad, y exigió que le entregaran grandes sumas de su riqueza como parte de una supuesta “campaña anticorrupción”, que según los observadores tenía como objetivo consolidar el control de Bin Salman en el poder y silenciar a sus críticos.
Source: Agencias