El gobernador de la provincia de Damasco, Ala Ibrahim ha anunciado un principio de acuerdo con los líderes de los grupos armados en la región de Wadi Barada. Según el mismo, algunos elementos se entregarán a las autoridades y otros serán evacuados hacia la provincia de Idleb.
Las unidades del Ejército sirio llevarán a cabo una operación de desactivación de minas y bombas.
“Los equipos de mantenimiento y reparación entrarán en la localidad de Ain al Fiya para reparar los daños causados por los terroristas en las estaciones de bombeo y tuberías que llevan el agua a la capital”, dijo el funcionario sirio.
También dijo que los líderes de los grupos armados presionarían a los terroristas extranjeros para que abandonen la región de Wadi Barada.
Habrá que ver si en esta ocasión el acuerdo es firme, ya que los terroristas se retractaron de otro anterior pocas horas después de su firma. Aunque los grupos armados parecen dispuestos a la rendición, hay que señalar que otros terroristas, como Ahrar al Sham o el Frente al Nusra, podrían decidir continuar con la lucha por su cuenta, lo cual llevaría a posteriores operaciones del Ejército sirio.
Poco antes del anuncio del gobernador, fuerzas del gobierno sirio habían intensificado su ofensiva en la región de Wadi Barada en un esfuerzo para poner fin a las dos semanas de crisis del agua en la capital, Damasco.
Fuerzas de élite del Ejército tomaron el Complejo de Viviendas de Al Ankaa, en la localidad de Bassima, tras duros combates contra los terroristas de Al Nusra. Esto facilitaba la subsiguiente toma de toda la localidad.
Los ataques del Ejército provocaron la rendición de cientos de combatientes al Ejército.
Según RT, al menos 300 militantes sirios se rindieron al Ejército en la ciudad de Deir Qannun, alegando que no veían razón para continuar con su lucha.
Source: Agencias