El ministro interino de Finanzas de Líbano, Ghazi Wazni, confirmó este lunes que el Banco Central (Banque du Liban-BDL) proporcionará información para una auditoría forense que determinará el destino de millones de dólares saqueados.
Wazni recibió una comunicación del gobernador del BDL, Riad Salameh, en la cual se compromete a aceptar disposiciones legales en la investigación que llevará a cabo la firma estadounidense Álvarez & Marsal.
La nota precisa que la institución prestamista responderá a todos los cuestionamientos de la firma consultora.
Los auditores de Álvarez & Marsal renunciaron a la tarea en noviembre pasado por la negativa de Salameh a facilitar información con el pretexto del secreto bancario.
En diciembre, el camino quedó despejado para la investigación que incluye métodos de criminalística, tras la aprobación por el Parlamento de una ley que eliminó ese obstáculo.
La auditoría forense es requisito previo para negociaciones de Líbano con cualquier institución internacional y una manera de recuperar la confianza de donantes que la exigen a fin de remitir ayuda en efectivo.
Muchos defendían en este país a esa legislación porque captaba a clientes del Golfo que apreciaban el anonimato de sus cuentas y sus operaciones.
Empero, en enero último, la Fiscalía General de Suiza solicitó asistencia legal a la libanesa para una pesquisa sobre posible lavado de dinero y malversación de fondos.
La investigación comenzó a pedido de Beirut para aclarar el destino de miles de millones de dólares que salieron hacia otros países, pese a un bloqueo de los bancos para transferir dinero al exterior.
Líbano enfrenta una crisis financiera paralizante acelerada desde el año pasado cuando las instituciones prestamistas impusieron restricciones a las divisas, limitaron sus retiros y prohibieron transferencias.
De tal manera que el valor de la libra libanesa cayó a más de 80 por ciento respecto al dólar estadounidense al cual estaba atado desde 1997 y causó una escasez sin precedentes de monedas extranjeras.
En medio de ese caos, surgieron rumores sobre remisiones de capital hacia el exterior por funcionarios.
El primer ministro interino de Líbano, Hassan Diab, responsabilizó a Salameh por el desplome de la moneda y lo acusó de seguir políticas poco ortodoxas que llevaron a la libra libanesa a una espiral descendente frente al billete norteamericano.
Source: PL