Ha pasado alrededor de un año desde que Hezbolá amenazó con abatir a un soldado israelí en respuesta al crimen sionista de matar al guerrillero de la Resistencia, el mártir Ali Mohsen, en un ataque aéreo sobre Siria en 2020. En todo este tiempo, el ejército enemigo ha mantenido un estado de alerta a lo largo de las fronteras palestinas con el Líbano.
Los comandantes militares israelíes destacaron su dependencia de los drones y cámaras para monitorear el área fronteriza, y agregaron que las tropas están obligadas a llevar vehículos blindados en sus movimientos.
“Hezbolá nos está monitoreando las veinticuatro horas del día”, dijo uno de los oficiales sionistas.
Los comandantes israelíes afirmaron, en respuesta a las acusaciones, que sus medidas fronterizas no reflejan el miedo, sino que tienen como objetivo proteger a los soldados.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, había prometido que Hezbolá matará a un soldado sionista cada vez que el enemigo israelí mate a un guerrillero de la Resistencia.
Source: Al Manar