El ex presidente de EEUU, Donald Trump, quería que los militares trataran sin piedad a los manifestantes por el asesinato de George Floyd y “les rompieran el cráneo”, reveló un nuevo libro sobre las elecciones estadounidenses de 2020.
Titulado “Francamente, ganamos esta elección: la historia interna de cómo perdió Trump”, el libro aparece con nuevos detalles sobre cómo el lenguaje y el comportamiento de Trump se volvieron violentos después del asesinato de Floyd, un hombre afroamericano, a manos de un oficial de policía blanco en Minneápolis en mayo del año pasado.
Según el libro de Michael C. Bender, un ex reportero del Wall Street Journal, el ex presidente de EEUU se volvió violento durante las reuniones de la Oficina Oval cuando las protestas en Seattle y Portland comenzaron a recibir la atención de los medios.
Trump elogió los videos que mostraban a oficiales de policía estadounidenses chocando con los manifestantes y dijo a su administración que quería ver más ese comportamiento, revela el nuevo libro, según informó la CNN.
“Así es como se supone que debéis manejar a esta gente”, dijo Trump a sus principales funcionarios policiales y militares, según Bender. “¡Rompedles sus cráneos!”
El ex presidente de EEUU, que recibió fuertes críticas por su retórica racista y xenófoba, que envalentonó a los supremacistas blancos para atacar a personas negras en EEUU, le dijo a su equipo que quería que los militares actuaran sin piedad contra los manifestantes por los derechos civiles.
“Solo disparadles”, dijo Trump en múltiples ocasiones dentro de la Oficina Oval, según los extractos del libro.
El libro también detalla cómo el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Gen. Mark Milley y algunos otros altos funcionarios tuvieron que lidiar con el comportamiento cada vez más volátil de Trump durante los últimos meses de su presidencia.
El principal general estadounidense, según el libro, se resistió repetidamente al argumento de Trump de que los militares deberían intervenir violentamente para sofocar los disturbios civiles tras el asesinato de Floyd el año pasado, pero descubrió que era casi la única voz de la oposición durante las discusiones en la Oficina Oval.
Cuando Milley y el entonces fiscal general William Barr rechazaron la propuesta, Trump la atenuó.
“Bueno, disparadles en las piernas, o tal vez en los pies”, dijo Trump, como se cita en el libro. “¡Pero sed duros con ellos!”
Durante uno de esos debates en la Oficina Oval, el libro describe cómo el asesor de Trump, Stephen Miller, comparó las escenas que se desarrollaban en el televisor con las de un país del tercer mundo y afirmó que las principales ciudades estadounidenses se habían convertido en zonas de guerra.
“Estas ciudades están en llamas”, advirtió Miller, según los extractos.
El comentario provocó la ira de Milley, escribe Bender, y señaló que el general del ejército, que que había comandado tropas en Iraq y Afganistán, se dio la vuelta en su asiento y señaló con el dedo directamente a Miller.
Según el autor, Milley vio los disturbios en torno al asesinato de Floyd como un problema político, no militar.
Le dijo a Trump que había reservas más que suficientes en la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas del orden para enfrentar las protestas. Milley le dijo que invocar la Ley de Insurrección transferiría la responsabilidad de las protestas de las autoridades locales directamente al presidente, según los extractos.
El asesinato y las protestas de Floyd
El afroamericano de 46 años había comprado cigarrillos en una tienda en el sur de Minneapolis el 25 de mayo de 2020 cuando un dependiente sintió que había usado un billete de 20 dólares falso y llamó a la policía.
Los agentes de policía llegaron y esposaron a Floyd, pero él se resistió. Luego fue inmovilizado en la calle, con un oficial de policía que le plantó la rodilla izquierda en el cuello y el hombro, y la mantuvo allí durante más de nueve minutos, según los fiscales.
Floyd seguía diciendo que no podía respirar. El vídeo grabado por un espectador lo muestra flácido y siendo llevado por la policía. Más tarde fue declarado muerto en el hospital.
El incidente conmocionó al mundo y provocó protestas generalizadas en EEUU. Trump, quien fue visto cómplice del asesinato por sus comentarios racistas, trató de reprimir las protestas.
Source: Agencias