El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, acusó al viejo enemigo de la Guerra Fría, EEUU, de incitar a disturbios en la nación caribeña, pidiendo a los cubanos que realicen contramanifestaciones contra las “provocaciones”.
“Hacemos un llamamiento a todos los revolucionarios del país a salir a las calles donde ocurren estas provocaciones”, dijo Díaz-Canel en un discurso televisado el domingo.
Dijo a los partidarios del gobierno, algunos de los cuales ya habían organizado manifestaciones en la capital, La Habana, que se movilicen “de manera decisiva, firme y valiente”.
Mientras tanto, miles de personas, frustradas por la situación económica y la fase más dura de la pandemia de coronavirus, participaron en raras protestas en La Habana y otras ciudades el domingo para exigir la renuncia del presidente.
“La situación energética parece haber producido alguna reacción”, dijo el presidente a los periodistas en San Antonio de los Baños, culpando a las sanciones estadounidenses impuestas por el ex presidente Donald Trump y no modificadas por el presidente Joe Biden.
EEUU ha mantenido un severo bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba durante más de 60 años. Numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas han indicado que el bloqueo es contrario al derecho internacional.
Díaz-Canel, quien también dirige el Partido Comunista, acusó a “la mafia cubanoamericana” de avivar las protestas en las redes sociales.
Anteriormente, EEUU había ideado un plan secreto para construir un proyecto de redes sociales destinado a socavar al gobierno cubano, según múltiples informes. La misión era llegar a cientos de miles de cubanos a través de una red social de mensajes de texto llamada ZunZuneo.
El programa fue lanzado por el gobierno de EEUU con la esperanza de desencadenar protestas antigubernamentales que pudieran provocar un “cambio de régimen” en el país latinoamericano.
El proyecto “Twitter cubano”, que duró de 2009 a 2012, intentó ocultar sus vínculos con agencias de espionaje estadounidenses a través de una serie de empresas fantasma. El plan era utilizar mensajes de texto de teléfonos celulares para evadir a las autoridades cubanas, que supervisan las provocaciones antigubernamentales de los mercenarios.
La red de medios sociales fue financiada y operada a través de la Agencia de EEUU de Ayuda al Desarrollo Internacional (USAID), mejor conocida por supervisar miles de millones de dólares en programas de ayuda del gobierno de EEUU a otros países.
Los programas de ayuda estadounidenses son conocidos por sus agendas ocultas detrás de ellos.
A la luz de los recientes disturbios, el presidente Díaz-Canel reconoció que muchos manifestantes eran sinceros pero manipulados por campañas en las redes sociales orquestadas por EEUU y sus “mercenarios” sobre el terreno. Hizo un llamamiento a los partidarios para que contrarresten esas “provocaciones”, que dijo que ya no serían toleradas.
Recientemente, EEUU ha endurecido aún más el embargo ilegal con el pretexto de luchar contra la propagación del coronavirus.
El gobierno ha reiterado que el embargo estadounidense está impidiendo la capacidad del país para comprar equipos y otros suministros para hacer frente a la COVID-19 y está empeorando la pandemia.
A pesar de las sanciones, Cuba ha estado desarrollando cinco vacunas nacionales COVID-19 y el mes pasado anunció que una de ellas, llamada Abdalla, tenía una eficiencia del 92 por ciento.
Source: Agencias