El decimoquinto día de la Guerra de Julio de 2006 fue testigo de la conocida batalla épica en la ciudad fronteriza sur de Bint Jbeil, donde los combatientes de Hezbolá mataron o hirieron a todos los miembros de un batallón israelí que estaba subordinado a la Brigada Golani.
Era el miércoles 26 de julio de 2006, un día después de que el ejército de ocupación anunciara que había planeado mantener una presencia terrestre en el sur del Líbano. Los guerrilleros de Hezbolá ese día participaron en una batalla épica con un batallón de la Brigada Golani.
Aproximadamente 13 soldados israelíes murieron, mientras que otros 30 resultaron heridos, en la mayor cantidad de bajas sufridas en un día desde el comienzo de la guerra. Los combatientes de Hezbolá tendieron una emboscada a las fuerzas de ocupación en esa batalla, utilizando misiles antitanque. El ejército de ocupación israelí en ese día no pudo usar helicópteros para evacuar a sus tropas del escenario de la batalla por temor a ser blanco de los misiles de la Resistencia.
Mientras tanto, los ataques israelíes continuaron, con aviones de combate sionistas lanzando al menos 60 incursiones. 13 civiles libaneses en Tiro resultaron heridos. Dos camioneros fueron martirizados cuando los aviones de combate israelíes atacaron vehículos de suministro.
Un trabajador humanitario fue martirizado y tres fueron heridos cerca de la frontera con Siria. Los ataques aéreos también mataron a cuatro observadores de la ONU desarmados con ataques de artillería y municiones guiadas de precisión, en lo que el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, llamó un ataque deliberado. Su posición era bien conocida e hizo repetidos llamamientos para pedir que “Israel” detuviera los ataques.
Por su parte, la Resistencia continuó lanzando cohetes, y el número de cohetes y misiles lanzados contra los territorios ocupados ese día llegó a 150. Al menos 31 israelíes resultaron heridos por su impacto.
Source: Al Manar