Integrantes de agrupaciones armadas ilegales comenzaron este jueves la entrega de sus armas al Ejército sirio en la provincia sureña de Daraa, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de la capital.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron a decenas de los armados que se atrincheraban en el vecindario de Daraa Al Balad en la cabecera provincial, deponiendo sus armas en los centros de reconciliación establecidos por el Ejército en diferentes puntos de la ciudad.
Según afirman fuentes militares, las autoridades recibieron la facultad de indultar a los militantes y con ello se normaliza el estatus jurídico de los insurgentes que entregan el armamento voluntariamente.
Esa acción se produce después de que dignatarios de Daraa y representes de los armados anunciaron el alcance de un acuerdo que estipula el cese al fuego, la entrega de armas al Ejército y el traslado de los terroristas que se niegan a la reconciliación, hacia el norte de Siria.
A pesar de la intransigencia de los extremistas y de sus repetidas provocaciones y constantes ataques contra civiles y militares, la comandancia del Ejército sirio optó desde medianos del 2018 por el diálogo y las negociaciones para llegar a un arreglo por mediación de Rusia.
Tales acciones buscan evitar una operación militar de destrucción, pérdida de vidas humanas y desplazamiento de los civiles que los radicales toman como escudos humanos.
Daraa fue supuestamente libre del terrorismo en el verano de 2018 tras un proceso de reconciliación patrocinado por Rusia.
En ese entonces los extremistas entregaron sus armas medianas y pesadas, sin embargo, los ataques continuaron por parte de grupos remanentes que rechazan la reconciliación.
Como consecuencia murieron 260 integrantes del Ejército y la policía, 19 alcaldes y 120 civiles, así como otros 500 pobladores y soldados resultaron heridos.
Source: PL