Al comentar sobre la fuga de los seis palestinos detenidos de la prisión de Gilbao, su ex director Elie Jabai aseguró que el cerebro de los detenidos fue más creativo que el de los carceleros.
“Es imposible que los presos que cumplen cadena perpetua no intenten escapar”, aseguró el oficial que fue director de la prisión durante un intento de fuga que tuvo lugar en 2014.
“Cuando yo era director de la prisión, en 2014, se abortó un intento de fuga de los presos a través de un túnel que se había excavado en el mismo baño donde se construyó el túnel para la fuga de los detenidos”. Estaba “en el mismo lugar donde tuvo lugar la última fuga”, explicó al Yediot Ahronot.
“Esta es una guerra de cerebros. Esta vez sus cerebros fueron más creativos que los de los carceleros. Ganaron moral y operacionalmente ”, agregó.
Según él, esta operación fue planeada durante mucho tiempo y en gran secreto.
La prisión de Gilbao, no lejos del campo palestino de Yenin, en la ocupada Cisjordania, es una de las más seguras de las 4.500 cárceles de Israel.
Un gran genio
Según un ex prisionero palestino, cualquier operación de fuga es muy compleja y requiere un gran genio en muchos niveles.
“Esto significa que tenemos que superar un sistema de seguridad formado en varios niveles: humano, electrónico, además de perros guardianes, así como medidas de control y rastreo desplegadas las 24 horas del día”, explicó Esmat Mansur.
Según él, la operación, que lleva meses y años, también debe mantenerse en secreto, alejada de este complejo sistema.
“Esto significa que tenemos que cavar el suelo compuesto por hormigón armado, enormes redes de hierro y sistemas de detección ultrasensibles, con herramientas primitivas (cucharas o clavos)”, agregó.
“El hecho de cavar silenciosamente, esconder la arena, averiguar direcciones y salidas mientras se está encerrado en una celda, etc., todo esto requiere un genio, una fuerza de voluntad y una sensación de seguridad muy raros … un sistema de acción muy complejo, razonamiento y camuflaje”, concluyó.
Source: Diversas