A dos subió el balance de muertos durante las protestas contra el golpe de Estado en Sudán, de acuerdo con reportes del Comité Central de Médicos Sudaneses recogidos hoy por los informativos.
La organización no gubernamental, opuesta a la asonada del general Abdel Fatah al Burhan, también dio cuenta de decenas de heridos mientras aclaró que los dos fallecidos fueron a consecuencia de heridas de bala.
Desde la toma del poder de al Burhan, el 25 de octubre del año pasado, el conteo de fallecidos entre los civiles llegó a 81 personas.
En un primer comunicado, el grupo de galenos confirmó la muerte de un manifestante por un disparo en el cuello en Jartum, la capital, cuando la marcha se dirigía al palacio presidencial.
El segundo murió de un disparo en el pecho en Omdurman, cerca del edificio del Parlamento nacional.
Igualmente, en un comunicado el Comité de médicos condenó el uso excesivo de la violencia contra los manifestantes pacíficos.
La represión de la protesta se produjo exactamente el mismo día que el Comité de Coordinación de Asuntos de Seguridad del Estado de Jartum reiteró las garantías para manifestarse.
No obstante, mantuvo la prohibición para llegar al palacio presidencial, donde se encuentra al Burhan en su calidad de presidente del Consejo Soberano de Transición, la máxima instancia hasta la celebración de elecciones probablemente en 2023.
La libertad de expresión es un derecho garantizado por el Documento Constitucional de Transición, expresó la víspera el Comité en un comunicado reseñado por la agencia oficial SUNA.
Durante una entrevista este sábado con un medio local, al Burhan dijo que terceros pudieron matar a los manifestantes para aprovecharse de la actual crisis política, aunque no presentó prueba alguna sobre sus alegaciones.
Además, explicó que dio instrucciones a las fuerzas de seguridad para que no abrieran fuego contra los participantes en las marchas, que se suceden con frecuencia en esta capital y otras ciudades cercanas para exigir la vuelta de los militares a los cuarteles y la entrega del poder a un gobierno civil.
Las fuerzas de seguridad solo están autorizadas a utilizar sus armas para proteger lugares estratégicos como la presidencia, el edificio del Consejo de Ministros y el Parlamento, apostilló.
Más allá de las palabras del hombre fuerte en Sudán, que vive en la inestabilidad política desde el derrocamiento en abril de 2019 del entonces presidente Omar al Bashir, desde el golpe militar se intensificó la represión a las protestas con el uso de gases lacrimógenos y disparos de armas de fuego.
Unido a ello, las fuerzas de seguridad detuvieron ya a varios activistas y líderes políticos de la oposición en un intento por sofocar el movimiento antigolpista.
Source: Prensa Latina