El vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, Sheij Ali Daamush, dijo que el Líbano no formará parte del movimiento de normalización con la entidad sionista, iniciado por las monarquías del Golfo Pérsico y resistirá todo intento de negociación en tal sentido.
“Hay intentos estadounidenses y no estadounidenses en varios aspectos para arrastrar al Líbano a esta corriente e imponer la normalización con el enemigo como un hecho consumado”, reveló en su sermón del viernes.
Y añadió: “Pero el pueblo libanés se niega a permitir que el Líbano sea parte del movimiento de normalización en la región. Enfrentará todos los intentos de chantajearlo presionando sus medios de vida e intereses, y no aceptará que el Líbano sea llevado al borde de la capitulación, la sumisión y la normalización bajo ninguna circunstancia”.
Según Sheij Daamush, el país necesita “inmunidad política, conciencia y atención especial a todo lo que nos está pasando”.
“No debemos permitir que se alcancen los objetivos a los que aspira la administración estadounidense en el Líbano. No debemos dejarnos arrastrar a la ola de normalización con el enemigo sionista, que fue iniciada por algunos países del Golfo Pérsico, que instaron a otros a seguir sus pasos”, dijo.
“Ahora es normal que un primer ministro israelí pueda ser recibido calurosamente por los Estados del Golfo Pérsico como sucedió hace dos días en Bahrein”, lamentó.
Agregó: “Establecer la normalización con el enemigo como algo normal puede afectar a las almas débiles, así como a los países y gobiernos débiles. Pero no puede afectar a las fuerzas honorables y a la resistencia, y no puede conducir a los pueblos a este pecado ni a subirse a esta ola, que es considerada la mayor traición a la patria”.
Sheij Daamush concluyó: “Los pueblos rechazan esta traición cometida contra la nación, Palestina y Al Quds/Jerusalén. Nunca se dejarán arrastrar por esta ola y la resistirán a todos los niveles. Los movimientos de protesta de Bahrein que observamos durante la visita del primer ministro israelí a Manamá son una prueba de que los pueblos árabes e islámicos rechazan la normalización con el enemigo sionista”.
Source: Al Manar