El martes, el experto militar israelí Amos Harel repasó en el diario israelí la situación en Siria con motivo del 11º aniversario del estallido de la conspiración internacional para desarticular este país árabe. La entidad de ocupación había anunciado que sus intereses tácticos y estratégicos requerían la salida de Assad desde el principio, por lo que lo buscó ayudar a “la milicia anti-Assad” y brindarle servicios médicos en sus hospitales, y esto junto a Qatar y Arabia Saudí, que gastaron miles de millones de dólares en su campaña antisiria.
“Hoy, la guerra en Siria casi ha terminado. Las reglas del juego allí han cambiado totalmente y Assad está repensando y desarrollando una nueva Siria. Está claro que “Israel” ha perdido. Por cierto, los cambios actuales ven todos estos proyectos israelíes derrumbarse bajo el peso de un régimen de Assad que está presente en todas partes, que toma la iniciativa y que incluso tiende a imponer su manera de hacer las cosas a “Israel”.
“Assad debe mucho a los iraníes y a Hezbolá, ya que al comienzo de la guerra casi había perdido, pero Irán y Hezbolá, y luego Rusia, impidieron su caída, se apresuraron a rescatarlo y lo llevaron a la victoria”.
“Las cosas comenzaron a revertirse en 2018 cuando el gobierno sirio trabajó para reafirmar su soberanía y reconstruir el Ejército sirio. Es cierto que ahora casi todas las áreas que estaban bajo la soberanía de Assad antes de la guerra civil han regresado bajo la autoridad de Damasco”.
““Israel” ha hecho todo lo posible para evitar la presencia iraní y la de Hezbolá, pero fracasó pese a sus 300 ataques al año. Ahora, Siria se ha convertido en una puerta al infierno para “Israel” en caso de una guerra de múltiples frentes”.
“Las últimas incursiones de “Israel” han convertido el Golán (sirio ocupado) en una base militar. Continuamente se produce la interceptación de F-16 israelíes por los radares de Hezbolá, que se extienden desde la Bekaa hasta Damasco”.
Source: Press TV