Tras el inicio de la operación militar rusa en el Donbass que, según Vladimir Putin, busca “proteger a los habitantes de la región”, Joe Biden acusó a su homólogo de haber lanzado “una guerra premeditada” contra Ucrania “que tendrá consecuencias catastróficas. pérdida de vidas y sufrimiento humano”.
La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, considera tales declaraciones como una mentira flagrante.
“Quienes dicen que la guerra comenzó hoy mienten descaradamente”.
“La guerra ha estado ocurriendo durante ocho años y durante ese tiempo Rusia ha emprendido todo tipo de esfuerzos, incluidos políticos y diplomáticos, para detenerla y evitar que se convierta en algo más global”, dijo ella al canal Rossiya 24.
Según Zajarova, la operación especial puesta en marcha “no es el inicio de la guerra, sino la prevención de este escenario catastrófico y, por supuesto, el final de la guerra que está en marcha”.
Además, la situación en torno a Ucrania cambió, según la diplomática, “de forma radical” después de que el presidente de Ucrania dijera el 19 de febrero en la conferencia de Múnich que Kiev podría cuestionar el memorándum de Budapest, que fija notablemente el estatus de país no nuclear de Ucrania.
Una puerta cerrada a las negociaciones
La diplomática señaló como un “dato muy importante” que fue Occidente y no Rusia quien cerró la puerta a las negociaciones.
Porque el miércoles, el día anterior a las conversaciones ruso-estadounidenses en Ginebra, cuando no se había lanzado ninguna operación, la parte rusa recibió un mensaje del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunciando la negativa de Washington a negociar sobre las garantías de seguridad ni sobre otros puntos en la agenda.
“No cerramos esa puerta. Estábamos listos para llevar a cabo un diálogo sobre temas de seguridad global, incluso en el contexto de la situación en Ucrania, con los socios estadounidenses y países que se proclamaron pacificadores y mediadores”, concluyó.
Los objetivos de la operación
En respuesta a las preguntas de los periodistas el jueves, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reafirmó las declaraciones del presidente ruso sobre la “desnazificación” y la “desmilitarización” de Ucrania como objetivos de la operación.
Esto significa, según él, “liberar a Ucrania de nazis y pronazis” y neutralizar su potencial militar “que en los últimos tiempos se ha fortalecido gracias a la actividad de países extranjeros”.
Luego, en una reunión con representantes de la comunidad empresarial, Vladimir Putin destacó que la operación era “una medida necesaria”. “No nos dieron ninguna oportunidad de hacer lo contrario”, agregó.
Source: Agencias