Al recibir en Moscú a su homólogo maliense, Abdoulaye Diop, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, denunció el 20 de mayo la “mentalidad colonial” de París y Europa respecto a Bamako.
“El descontento (de Francia) con la actitud de los líderes malienses de buscar ayuda exterior en el tema de la seguridad no es más que una vuelta al pensamiento colonial del que los europeos deberían haberse desembarazado hace mucho tiempo”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia durante una conferencia de prensa.
Advirtió de “un peligro real de aparición” en Malí de “enclaves de anarquía”, donde los combatientes de diversas formaciones armadas ilegales que ya se han preparado para este tipo de acciones operarían sin trabas”, un fenómeno que, según él, “amenaza la integridad territorial del país” y del que Rusia ha advertido a Francia en varias ocasiones.
“Entendemos, pero no apoyamos, los intentos de Francia y otros países de la UE de reclamar un papel dominante en África y otras regiones”, dijo el diplomático, que consideró “inadmisible” que Francia pretenda “dictar a Malí con quien se puede comunicar”.
Además, el jefe de la diplomacia rusa aseguró que Moscú estaba dispuesto a otorgar apoyo a Bamako “para aumentar las capacidades de combate de las fuerzas armadas malienses”, en particular en el entrenamiento de soldados y policías.
También aseguró que Moscú continuará entregando trigo, fertilizantes minerales y productos derivados del petróleo a Malí, mientras que Rusia está en el punto de mira de las sanciones occidentales en represalia por su ofensiva en Ucrania.
Estas sanciones están alimentando los temores a una crisis alimentaria mundial.
La cooperación ruso-maliense da “resultados convincentes sobre el terreno”, según Abdoulaye Diop.
El ministro de Relaciones Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, elogió la “asociación privilegiada” entre los dos países que se traduce en una “cooperación técnico-militar”, insistiendo en que esto se hizo a petición de Malí.
Dicha cooperación conduce a “resultados convincentes sobre el terreno”, según el diplomático, quien se regocijó por varios éxitos logrados contra los grupos terroristas.
Finalmente invitó a su homólogo ruso a ir a Bamako lo antes posible.
París decidió en febrero su retirada militar de Malí, en un contexto de seguridad degradado y de tensiones entre París y los militares en el poder en Mali, que decidieron a principios de mayo romper los acuerdos de defensa concluidos con Francia y sus socios europeos, denunciando “ataques flagrantes a su soberanía”.
Francia consideró “injustificada” esta decisión de Malí y cuestionó formalmente cualquier violación del marco legal bilateral.
El gobierno de Malí decidió entonces, el 15 de mayo, retirarse de todos los órganos del G5 Sahel, acusando a la organización de estar “instrumentalizada” desde “afuera”, sin citar expresamente a Francia.
Source: RT