Los movimientos de militares rusos en las líneas de contacto en el norte y el este de Siria indican el rechazo de Moscú a cualquier esfuerzo por cambiar la situación allí. Después de una notable exhibición militar terrestre y aérea en el área que se extiende desde Qamishli, pasando por Amuda y Ad-Darbasiyah, hasta las afueras de Ras al-Ain, en el campo de Hasaka, Rusia envió refuerzos militares que incluían helicópteros, aviones de guerra, vehículos, equipos y armas al aeropuerto de Qamishli para mostrar su presencia en la región y en las fronteras con vistas a frenar cualquier intento turco de aprovechar el conflicto de Ucrania para intentar ocupar zonas del norte de Siria.
Por otro lado, a pesar de la determinación turca, al menos en los medios, de lanzar una ofensiva para crear una “zona segura” en el norte de Siria, varios sitios web cercanos a las facciones del llamado “Ejército Nacional” respaldadas por Turquía filtraron información sobre la emisión de instrucciones para posponer la operación militar turca por un “período indefinido”. Estos sitios web citaron una fuente bien informada en el Ejército Nacional que dijo: “La parte turca informó a los líderes de las facciones de la decisión de posponer la operación que estaba programada en el norte de Siria por un plazo que aún no se ha determinado durante una reunión que se llevó a cabo en el área de Hor Kilis, en la frontera entre los dos países”. La fuente consideró que “el aplazamiento de la operación se debe a la presión de EEUU y Rusia sobre Turquía”.
Ankara fue consciente desde un principio de la imposibilidad de llevar a cabo la operación, y sus declaraciones entraron en el ámbito de la retórica y la presión política.
Por su parte, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se toman en serio las amenazas turcas y han movilizado sus fuerzas a lo largo de la franja fronteriza. También juegan en dos direcciones: la primera es abrir canales de comunicación tanto con Rusia como con EEUU para evitar este ataque, y la segunda es emitir posiciones oficiales afirmando que Turquía dio luz verde para lanzar la operación con el objetivo de presionar a Moscú y Washington, y arrastrarlos a una mayor firmeza frente a Ankara. Así lo confirma el discurso del portavoz de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, Nuri al-Mahmud, quien dijo que “parece que el Estado turco ha emitido una luz verde respecto a la operación”, señalando que “las zonas kurdas del norte y el este de Siria son el primer objetivo de los ocupantes ahora, pero serán seguidas más tarde por Alepo, Mosul y Kirkuk”, en razón de los planes expansionistas del régimen de Erdogan. Al-Mahmud amenazó con que “cualquier guerra que estalle no será como las guerras de Afrin y Ras al-Ain. Más bien, las FDS aparecerán frente a la ocupación turca con un método, voluntad y determinación diferentes”.
Source: Al Akhbar