La presencia de los líderes de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia en la cumbre de la OTAN de Madrid fue un fenómeno nuevo e inédito en toda la historia de la Alianza. De hecho, estos países participaron en ella a pedido de EEUU, que no solo busca establecer relaciones con países fuera de la zona definida por la OTAN, sino que también persigue promover un programa de la OTAN en el Este de Asia.
En la actualidad, no está claro si el objetivo de Washington es expandir la propia OTAN en el Este de Asia o si tiene la intención de crear una organización similar a esta allí. Sea como fuere, los obstáculos para la ampliación de la OTAN hacia el Este de Asia no se deben solo a la oposición externa, sino a los serios desacuerdos entre los miembros de la OTAN, especialmente los más destacados.
Por ejemplo, la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, habló a fines de abril de la “visión integral” de la OTAN, así como de sus misiones para disuadir amenazas preventivas en el Océano Indo-Pacífico y garantizar que las “democracias” como Taiwán puedan “defenderse”. Sin embargo, el enfoque de Alemania y Francia va completamente en contra de la expansión de la OTAN a la región del Indo-Pacífico. Angela Merkel, la ex canciller alemana, ha defendido a lo largo de sus 16 años en el poder la estrategia de que China es tanto un competidor como un socio de la Unión Europea, y el presidente francés Emmanuel Macron ha subrayado repetidamente que la prioridad de la OTAN es la región euroatlántica y no los problemas de la región del Indo-Pacífico.
EEUU, por su parte, quiere crear alianzas en la región del Indo-Pacífico para contrarrestar efectivamente a China. Para hacerlo, Washington ha establecido hasta ahora mecanismos como el AUKUS, integrado por EEUU, Reino Unido y Australia.
Sin embargo, estos mecanismos no tienen el alcance de la OTAN y carecen de algo similar al artículo 5 de la OTAN que estipula la garantía de la seguridad colectiva de sus miembros. En esta línea, no es el AUKUS sino la estructura de la OTAN y sus décadas de experiencia lo que quiere EEUU para conseguir sus objetivos en la región del Indo-Pacífico. De ahí la participación de los cuatro países como miembros observadores en la cumbre de la OTAN de Madrid por invitación de EEUU.
Lo que EEUU está considerando en esta etapa es una mayor participación de los países antes mencionados en la estructura de la OTAN luego de la presencia de sus líderes en las reuniones de la Alianza. De modo que la cooperación entre ellos conducirá a la OTANización gradual de la región del Indo-Pacífico.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ha expresado su preocupación por la expansión de la influencia de la OTAN hacia la región de Asia y el Pacífico. Pekín ha intentado, hasta ahora, contrarrestar los mecanismos como el AUKUS a través de programas como la Iniciativa de Seguridad Global (Global Security Initiative).
No hay duda de que China considera la presencia de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia en la cumbre de la OTAN, a petición de EEUU, como una amenaza directa a su seguridad, mucho más grave que mecanismos como el AUKUS. Ahora se necesitan nuevas medidas de seguridad, y en primer lugar una cooperación más estrecha con Rusia, para que China contrarreste la influencia de la OTAN en la región del Indo-Pacífico.
Source: Press TV