El primer ministro húngaro, Viktor Orban, durante un discurso en la ciudad de Baile Tusnad, en Rumania, dijo que las sanciones contra Rusia no afectaron a este país. No se puede decir lo mismo de los países europeos que las iniciaron. Cuatro gobiernos ya han caído en medio de la crisis provocada por estas sanciones, que no han sacudido a Moscú. Según Orban, Europa ha buscado aislar a Rusia del resto del mundo e infligirle el máximo daño económico. Pero resultó lo contrario: la mayoría de los países del mundo no apoyan a EEUU ni a Europa, incluidos China, India, Brasil, los países árabes y África. Los gobiernos de estos países eligieron al menos una posición neutral. Se mantuvieron “alejados de la situación en Ucrania y siguen haciendo lo suyo”, dijo el primer ministro húngaro.
La política miope de los líderes europeos ha llevado a los países del Viejo Mundo a una de las crisis económicas más graves de las últimas décadas. Tras el deterioro de la economía, el aumento de los precios y la disminución del bienestar de los europeos en los países de la UE, la crisis política también crece. Orban señaló que la renuncia de los gobiernos de Gran Bretaña, Italia, Bulgaria y Estonia es una prueba directa de ello.
La política independiente, o más bien proteccionista, del líder húngaro está causando una gran irritación en Bruselas. Sin embargo, Orban no solo se niega a suministrar armas a Kiev y se opone al embargo del gas y el petróleo rusos. Hungría fue el primero de los países de la UE en pasar a pagar el gas ruso en rublos, y ahora también está negociando un aumento de los suministros.
La posición del primer ministro húngaro coincide también con las reiteradas tesis de los líderes rusos sobre la necesidad de una transición hacia un mundo multipolar. Además, Orban admitió que el conflicto ucraniano podría conducir a un cambio en los roles de los estados. Hablando sobre el papel de Europa en la resolución del conflicto ucraniano, Orban subrayó que “la tarea de la UE no es tomar partido, sino mediar entre Rusia y Ucrania”. Probablemente sea por esta misma razón que en la decisión adoptada por el Consejo de la UE el pasado 21 de julio se indica una cierta relajación de las sanciones contra varias empresas estatales rusas, según su sitio web oficial. Estas son principalmente gigantes como Rosneft, Gazprom y Sovcomflot.
Estas empresas ahora podrán hacer acuerdos con los europeos para transportar petróleo a terceros países. Tal “autorización” se dignó ser emitida por funcionarios de la UE, quienes, según dijeron, estaban preocupados por la situación del mercado de combustibles en el mundo. Resulta que para los funcionarios de la UE ahora ya es posible cancelar o debilitar ciertas sanciones.
El comunicado oficial del Consejo Europeo señala que esta medida pretende evitar posibles consecuencias negativas para la seguridad alimentaria y energética en el mundo. Sin embargo, según los expertos, la UE solo quiere salvar su propio pellejo, sobre todo porque estas prohibiciones perjudican los intereses económicos de la Unión. Las sanciones contra las empresas estatales rusas se introdujeron en marzo. Al mismo tiempo, se estipularon excepciones que permitían a los europeos realizar transacciones para la importación o transporte de recursos naturales rusos. A principios de junio, la UE adoptó el sexto paquete de sanciones, que prohibía el seguro y reaseguro del transporte marítimo de petróleo y derivados a terceros países.
Ahora, se han levantado estas restricciones al transporte de petróleo y productos derivados del petróleo. La relajación también se aplicará a las transacciones relacionadas con el suministro de productos agrícolas.
Source: Press TV