¿Qué significa para Lavrov subir al podio de la Liga Árabe en El Cairo… y cuáles son los mensajes que quería enviar a EEUU e “Israel”?
El discurso del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, desde el podio de la Liga Árabe el domingo representa un importante punto de inflexión en la posición árabe, no solo frente a la crisis de Ucrania, sino también frente a las actuales alianzas internacionales. Implica un acercamiento hacia el emergente eje ruso-chino y una desvinculación gradual de la hegemonía estadounidense dentro del contexto de un mundo cada vez más multipolar.
Si observamos este discurso en virtud de nuestra lectura de los acelerados cambios estratégicos en la región, se puede decir que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia no hubiera podido estar en el podio de la Liga Árabe sin la luz verde de Egipto, Arabia Saudí y Argelia.
Egipto es el actor principal en el círculo de toma de decisiones en la Liga Árabe en virtud de la historia y la geografía. De manera acelerada, la hegemonía estadounidense que se ha prolongado en este país por más de cuatro décadas, desde la firma de los Acuerdos de Camp David en 1979, ha entrado en una fase de declive.
Este cambio en la posición árabe, que la crisis ucraniana ayudó a resaltar y cristalizar, se produjo por varias razones, en particular la arrogancia estadounidense y su desdén por los gobiernos y pueblos árabes y sus causas.
El cambio en su máxima expresión es la coordinación entre los países árabes productores de petróleo y gas con Rusia en el marco de la OPEP +, que provocó una “corrección” en los precios de la energía y la estabilidad en los mercados mundiales de petróleo y gas, beneficiando a ambas partes con un flujo de miles de millones de dólares adicionales diariamente.
Los delegados árabes que escucharon el discurso de Lavrov no lo hicieron para averiguar las razones y justificaciones de la intervención militar rusa en Ucrania, sino para demostrar que la mayoría de ellos se encontraban en la trinchera rusa sin un anuncio directo, es decir, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia predicaba a los fieles.
El cambio en la posición árabe frente a la arrogancia estadounidense se reflejó más claramente en la recepción “tibia” de los líderes de los nueve países que participaron en la cumbre de Yeddah, especialmente el país anfitrión, Arabia Saudí, al presidente estadounidense Joe Biden, quien regresó a Washington sin lograr ninguno de sus cuatro objetivos, en particular, el establecimiento de una alianza árabe con “Israel” en contra de Irán, la integración del régimen de ocupación israelí en la región y su liderazgo en esa alianza.
No fue una coincidencia que la visita y el discurso de Lavrov a los árabes desde el podio de la Liga se produjera pocos días después de la cumbre tripartita de Teherán entre Rusia, Irán y Turquía. En todos los niveles, los hechos muestran que el tiempo de la hegemonía estadounidenses en Oriente Medio está llegando a su fin.
Lavrov fue un precursor de este gran avance estratégico cuando dirigió una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo en Riad y reforzó el acuerdo OPEP + con estos países y su compromiso con ellos, allanando así el camino para su rechazo a los intentos estadounidenses de presionarlos para que aumenten su producción con el fin de reducir los precios, reactivar las economías estadounidense y europea y dañar a Rusia. Moscú detuvo el trabajo de la Agencia Judía en Rusia y el presidente Putin se negó a responder a los mensajes de Yair Lapid, el primer ministro israelí, que se puso del lado de EEUU en la crisis de Ucrania y envió armas y equipo militar para apoyar a su ejército contra Rusia.
En conclusión, decimos que la mayoría de los gobiernos árabes, y Egipto y los países del Golfo Pérsico en particular, se han rebelado contra la hegemonía estadounidense sobre la región, que duró 80 años, miran ya los desarrollos de la región y del mundo desde el punto de vista de vista de sus intereses y ya no le temen a la presión de Washington. El diálogo irano-saudí está a punto de pasar de secreto a público y de los temas puramente de seguridad a los políticos. Cabe citar también la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Argelia a Siria para preparar su asistencia a la próxima cumbre de la Liga Árabe en Argelia con la luz verde árabe.
Source: Rai al Youm