Turquía reemplazó el lanzamiento de una nueva operación militar contra las “Fuerzas Democráticas Sirias” en el norte de Siria, ya que no pudo obtener luz verde para ello de ninguna de las partes involucradas, por ataques de artillería y aéreos contra las posiciones de las FDS, y expandiendo su área de bombardeos para incluir puntos fuera de la línea de contacto directo, como Qamishli, Amuda, Ad-Darbasiyah, e incluso cerca de la ciudad de Ain al-Arab, todos los cuales estaban “protegidos por garantías estadounidenses”, según dijeron fuentes kurdas a Al-Akhbar.
Las fuentes kurdas explican la intensidad de los ataques realizados por los drones turcos, con la existencia de un “acuerdo no declarado entre Ankara y Washington que da luz verde a Turquía para liquidar a quien considere una amenaza para su seguridad nacional”.
No hay estadísticas precisas sobre el número de operaciones aéreas turcas en Siria, pero los medios pro-FDS han contado, desde principios de este año, 66 ataques en áreas separadas del noreste, matando a 41 miembros de las FDS e hiriendo a otros 77.
Si bien la “coalición internacional” emitió un comunicado en el que condenaba los ataques, esto no se considera suficiente por parte de los líderes kurdos, quienes exigieron, a través de las declaraciones de sus funcionarios, y una declaración conjunta de treinta y tres partidos que operan bajo su bandera, unas posturas más firmes, teniendo en cuenta que la “coalición” no condenó ninguna operación anterior de la Fuerza Aérea Turca, incluida la que tuvo como objetivo al ex comandante adjunto de la Fuerzas Democráticas Sirias, Salwa Yousef, el 23 de julio pasado cerca de Qamishli.
Los ataques contra aldeas de la línea directa de contacto en las gobernaciones de Hasaka, Raqqa y Alepo se han vuelto casi diarios.
Hace tres meses, las aldeas de la línea directa de contacto en las gobernaciones de Hasaka, Raqqa y Alepo fueron atacadas con proyectiles de artillería y morteros casi a diario. Esto no significa que el período anterior estuvo libre de ataques, pero es notable que Turquía, después de que el Ejército sirio se desplegara en varios puntos adicionales en el campo del noreste de Alepo y expandiera sus posiciones, tendió a atacar objetivos en nuevas áreas. La zona que se extiende entre las localidades de Abu Rasin y Tal Tamer, en la zona rural noroccidental de Hasaka, es la más afectada por las repercusiones del bombardeo turco, ya que las líneas de transmisión de energía eléctrica han dejado de funcionar 24 veces desde principios de este año, mientras que la capacidad de los pozos de Alluk para bombear agua potable hacia la ciudad de Hasaka se ha visto afectada.
Además de sufrir las operaciones militares, las FDS sufren la infiltración de sus filas por parte de la Inteligencia turca, lo que las impulsa a lanzar redadas y operaciones de arresto de forma continua, especialmente en las aldeas y campamentos al norte de Raqqa.
Source: Al Akhbar