En Venezuela, la oposición ha votado para poner fin al “gobierno interino” y a la “presidencia interina” de Juan Guaidó, lo que marca el final de una farsa política respaldada por EEUU según la cual Guaidó fue reconocido como el “presidente interino” del país como parte de un intento fallido de derrocar al presidente legítimo. Nicolás Maduro.
La oposición en Venezuela votó el viernes (30 de diciembre) para disolver el “gobierno interino” formado bajo su ex líder, Juan Guaidó, el principal rival del gobernante Partido Socialista y peón del gobierno estadounidense.
Tomando su voto en una llamada de Zoom, la Asamblea Nacional controlada por la oposición votó por una gran mayoría de 72 escaños a favor de disolver el “gobierno interino” contra solo 29 en contra. El mandato de Guaidó como jefe de la Asamblea, así como su “presidencia interina” declarada en 2019 por la oposición con la bendición de EEUU, ahora finalizará el 5 de enero.
“Venezuela necesita nuevos instrumentos en esta lucha”, dijo el legislador Juan Miguel Matheus, del partido opositor Justicia Primero, después de la votación, y agregó que el mandato de Guaidó como “presidente interino” “era algo que estaba destinado a ser temporal, pero se ha convertido en algo perpetuo”.
Mientras tanto, Guaidó y sus partidarios argumentaron que la disolución del “gobierno interino” podría significar la desaparición de cualquier movimiento de oposición unificado, insistiendo en que solo fortalecería el poder y la influencia de Maduro.
Después de la votación, Guaidó dijo que la medida crearía un “vacío de poder” que podría alentar a más naciones extranjeras a reconocer a la administración de Maduro.
“Si no hay un gobierno interino, ¿a quién reconocerán en su lugar?”, se preguntó. “Hoy hemos saltado al abismo y renunciado a una herramienta importante en nuestra lucha.”
Estos enfrentamientos internos en la oposición siguen a varios años de esfuerzos fallidos para expulsar a Maduro del poder, incluida una serie de protestas callejeras y un intento de golpe de estado en 2019.
Si bien Guaidó y sus compañeros líderes de la oposición no lograron inspirar deserciones masivas entre las fuerzas de seguridad, como esperaban, el malogrado golpe contó con el apoyo abierto de los funcionarios estadounidenses.
Source: Agencias