Decenas de miles de israelíes se manifestaron por quinta semana consecutiva contra la campaña del gobierno sionista para reorganizar radicalmente el sistema judicial.
Junto con las principales protestas en Tel Aviv, se llevaron a cabo manifestaciones más pequeñas en Haifa, Beersheba, Al-Quds (Jerusalén), Kfar Saba y Modi’in.
El sábado también se llevó a cabo una protesta en París frente al hotel en el que se hospedaban el primer ministro Benjamin Netanyahu y su esposa, y en Londres frente a la embajada de “Israel”.
El líder de la oposición, Yair Lapid, asistió a la manifestación en Haifa.
“Estas personas en Haifa, Beersheba, Al-Quds y Tel Aviv llegaron a decir que no quieren vivir en un país en el que las personas que trabajan son menos importantes que las personas que no lo hacen, y las personas que sirven en el ejército son menos importantes que aquellos que no lo hacen, y las personas que no cumplen con la ley son más importantes que las personas que lo hacen”, dijo Lapid.
“Estas personas están tratando de salvar a su país y venimos a protestar con ellos porque no permitiremos que esto suceda. Lucharemos en las calles, lucharemos en la Knesset, lucharemos en los tribunales. Salvaremos nuestro país porque no estamos dispuestos a vivir en un estado no democrático”, dijo Lapid.
En Tel Aviv, el alcalde Ron Huldai le dijo a la multitud que “si terminan las palabras, comenzarán las acciones”.
“Estamos luchando por nuestro hogar… un estado sionista, judío y democrático. Luchamos por nuestras creencias básicas”, dijo.
“Esta es una oportunidad para llegar a acuerdos amplios, y si se acaban las palabras, empiezan las acciones. No nos detendremos en las plazas públicas, no seremos indiferentes, no reaccionaremos con aceptación”, agregó Huldai.
El ex comisionado de la policía de “Israel”, Roni Alsheikh, fue el orador central en la protesta de Tel Aviv. Alsheikh instruyó a la policía durante la investigación sobre Netanyahu e hizo una recomendación final para acusarlo de soborno, fraude y abuso de confianza, y desde entonces ha sido condenado al ostracismo por muchos de los políticos seguidores de Netanyahu.
Alsheikh enfatizó en su discurso que estaba luchando contra la reforma precisamente porque era religioso.
Llamó a sus compañeros religiosos sionistas y rabinos, quienes le dijeron en privado que se oponen a las reformas a pesar de que votaron por algunos de los partidos de la coalición gubernamental, a que se pronunciaran, a pesar de los ataques que tendrán que soportar.
Unos 40.000 israelíes asistieron a las manifestaciones en Tel Aviv, señaló el diario israelí Haaretz, que agregó que al menos otros 10.000 se manifestaron en Haifa, 2.000 en Al-Quds, 2.000 en Ra’anana y otros 2.000 en Kfar Saba.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)