Al menos 10 israelíes fueron detenidos este miércoles durante una protesta contra la polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benyamin Netanyahu, muy cuestionada por amplios sectores del país.
Docenas de activistas bloquearon una calle en Jerusalén (Al-Quds) a la entrada de varias oficinas gubernamentales para evitar que “Israel” marche “hacia una dictadura mesiánica”, según un comunicado de los organizadores.
Los contestatarios se amarraron unos a otros para cerrar el paso a los empleados que intentaban ingresar a agencias adscritas a los ministerios del Interior, Finanzas y Economía.
Las manifestaciones contra el proyecto de ley ocurren desde hace semanas casi a diario en “Israel”, donde crece la oposición a la normativa, que restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes porque permitiría al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
Empresarios, estudiantes, políticos, trabajadores de diversos sectores y hasta militares en activo criticaron el proyecto, defendido por la derecha y sectores conservadores.
Ante las continuas y multitudinarias marchas, los llamados a la resistencia de políticos de alto perfil y las advertencias de empresarios y uniformados, medios de prensa nacionales hablan ya de amenaza de guerra civil.
Más de 250 empresarios judíos estadounidenses advirtieron ayer a Netanyahu que ese plan provocará una severa caída de las inversiones en este país levantino.
“Muchos líderes en la comunidad empresarial se sentirán obligados a reevaluar su confianza en “Israel” como un destino estratégico para la inversión, la obtención de talento, la construcción de centros de ingeniería y el mantenimiento de la propiedad intelectual”, precisaron en una carta enviada a Netanyahu.
Varios empresarios israelíes volvieron la pasada semana a alertar al Gobierno sobre los efectos negativos en la economía de la reforma.
Según el Canal 12, un grupo de ellos se reunió con los ministros de Justicia, Yariv Levin, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, a quienes advirtieron sobre los problemas que traerá esa normativa.
Días atrás, una encuesta realizada por la firma Business Data Israel, proveedora de información comercial, reveló que el 20 por ciento de las compañías considera sacar su dinero del país o ya lo hizo por temor a las consecuencias de la normativa.
La agencia de calificación Moody’s alertó el miércoles último que “Israel” enfrenta un riesgo económico a largo plazo por esa propuesta
“Si se implementan en su totalidad, los cambios propuestos podrían debilitar materialmente la fortaleza del poder judicial y, como tal, ser negativos para el crédito”, señaló Moody’s.
Source: Prensa Latina