La embajada rusa en Londres ha reaccionado a las declaraciones del viceministro de Defensa británico, James Heappey, sobre el envío a Ucrania de municiones de uranio empobrecido para los tanques Challenger 2. Ella dijo que la entrega podría convertir a ese país en un basurero radiactivo.
“El gobierno británico dijo cínicamente que Londres no estaba monitoreando el uso de estas armas y no se comprometía a eliminar las consecuencias de su uso después del final del conflicto. La responsabilidad de su uso recae, según él, en las Fuerzas Armadas de Ucrania… Las declaraciones de James Heappey demuestran elocuentemente el rictus bestial de la política anglosajona destinada a escalar el “conflicto a través de terceros” que han desatado en Ucrania”, dijo la embajada, según la agencia rusa Sputnik.
La institución deduce que Occidente busca no solo convertir a Ucrania en un terreno militar antirruso, sino también en una “tumba radiactiva”.
Los diplomáticos advirtieron a las autoridades británicas que no podrían culpar a Ucrania por el uso de municiones tóxicas y “mantenerse al margen”.
Admisiones del viceministro
La reacción de la embajada rusa fue provocada por la intervención del viceministro británico en el Parlamento durante la cual confirmó la entrega a Ucrania de municiones de uranio empobrecido.
“Hemos enviado miles de municiones Challenger 2 a Ucrania, incluidos proyectiles de uranio empobrecido perforantes. Por razones de seguridad operativa, no comentaremos las tasas de utilización de las municiones proporcionadas por Ucrania”, detalló James Heappey.
El polvo fino que se forma cuando esta munición encuentra un obstáculo ingresa al tracto respiratorio. El impacto con el blanco dispersa partículas radiactivas, de ahí la contaminación del suelo.
En enero, Londres anunció la entrega a Ucrania de 14 tanques Challenger 2. A finales de marzo, el Ministro de Defensa ucraniano confirmó su llegada a Ucrania.
Source: Diversas