La llegada a Manamá de una delegación israelí ha provocado airadas reacciones de varios sectores de la población de Bahrein, que lleva a cabo desde 2011 un movimiento de protesta en favor de la reforma política en la monarquía absolutista gobernada por la dinastía Jalifa desde hace más de dos siglos.
Según el diario israelí Haaretz, la delegación llegó el lunes a la capital de Bahrein con el fin de participar en el Congreso de la FIFA que tendrá lugar el 11 de mayo.
Según el canal de televisión de la oposición bahreiní Lulua se han producido manifestaciones para denunciar la visita de la delegación israelí al país y 14 organizaciones de Bahrein la han condenado.
Una de estas protestas se celebró en un lugar llamado Al Fida, próximo a la casa del líder religioso Sheij Isa Qassem, en el distrito de Al Diraz, al oeste de la capital, donde una sentada se desarrolla desde varios meses para evitar que el líder religioso sea detenido por el régimen bahreiní, que lo ha condenado a ser deportado.
Los participantes en las protestas en Bahrein llevaban pancartas que decían:
– “Toda relación con la entidad sionista es una complicidad con sus crímenes”.
– “La causa del pueblo palestino es también la causa del pueblo de Bahrein”.
– “La recepción de una delegación de la entidad sionista es una mancha para Bahrein”.
Los ulemas de Bahrein también condenaron al régimen de Bahrein por aceptar ser anfitrión de la delegación israelí.
“En un momento en que la sangre de la pequeña niña palestina, árabe y musulmana Fatima Huyeiyi aún no se ha secado y en que los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes esperan una posición de apoyo a la dura lucha que llevan a cabo por parte de toda la nación, algunos regímenes que afirman pertenecer al arabismo y el Islam dan la bienvenida y ofrecen hospitalidad a estos criminales sin ninguna vergüenza, sin honor y sin ningún sentido de la solidaridad árabe e islámica. ¿Qué bien cabe esperar de tales regímenes desconectados de sus pueblos, que se mueven constantemente en medio de la suciedad y las alcantarillas de los enemigos de la nación, de aquellos que invaden sus tierras y saquean sus riquezas”, se señala en el texto de la declaración.
El texto concluye diciendo: “Al recibir a la delegación del enemigo sionista, el régimen de Bahrein confirma su ruptura total con el pueblo de Bahrein y sus causas centrales, a la cabeza de las cuales está la causa palestina”.
Bahrein está dando grandes pasos hacia la normalización con el enemigo sionista, mostrando cada vez más afinidades con él.
Hace meses, el régimen de Bahrein acogió a los miembros de una organización sionista estadounidense que fueron observados tarareando una canción acerca de la construcción del Templo de Salomón (en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén), mientras danzaban con sus anfitriones árabes.
Tras la muerte del ex presidente de Israel, Shimon Peres, el príncipe Jaled bin Ahmad al Jalifa le honró, llamándolo uno de los amigos de la dinastía bahreiní.
Source: Al Manar