Las fuerzas de ocupación israelíes han confirmado la muerte de cuatro militares y un herido grave durante intensos enfrentamientos en la región sur de la Franja de Gaza.
En una medida sin precedentes, los medios israelíes han sido autorizados a publicar los nombres de los soldados caídos. Entre ellos se encuentra el sargento Uriah Bayer de la unidad de élite Maglan, que resultó gravemente herido a principios de este mes.
La unidad Maglan se especializa en operaciones de combate encubiertas detrás de las líneas enemigas. También se incluyen entre las bajas el sargento Liav Alloush y el sargento de reserva Eitan Na, quienes lucharon junto a la Unidad Duvdevan de la Brigada de Comando. El cuarto militar, el sargento de reserva Tal Veleva, sirvió como combatiente en la unidad Yahalom dentro del Cuerpo de Ingeniería de Combate.
Las fuerzas de ocupación israelíes también reconocieron la muerte de dos sargentos en diferentes lugares de Gaza el domingo: uno en el norte y otro en el sur.
Sin embargo, mientras continúa la invasión terrestre, los medios de comunicación israelíes están emitiendo declaraciones de advertencia reiterando que un ataque terrestre no cumplirá los objetivos de “Israel” en la guerra en curso en Gaza. Según varios informes, el cronograma especificado para la operación, que se estima durará unas pocas semanas, puede no producir logros significativos como derrotar a la resistencia palestina o asegurar la liberación de los prisioneros.
El ex presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad, Ofer Shelah, enfatizó la necesidad de un cambio en la estrategia militar para la tercera etapa de la guerra de las fuerzas israelíes. Shelah proclama que en el nuevo enfoque se debe considerar ganar el control de la parte norte de la Franja de Gaza, lanzar ataques aéreos en la región sur mientras se retira a las fuerzas terrestres y cerrar el Corredor Filadelfia. Además, Shelah sostiene que es imperativo proponer un alto el fuego.
Esto ocurre cuando la agresión israelí contra Gaza ha continuado durante 73 días, resultando en el martirio de más de 19.000 ciudadanos palestinos y heridos de más de 52.000 personas más, el 70% de los cuales son mujeres y niños, un costo enorme, además de destrucción masiva de edificios residenciales e instalaciones vitales, incluyendo hospitales.
Source: Medios israelíes