La decisión de Arabia Saudí la semana pasada de no renovar un acuerdo de 50 años con EEUU para utilizar exclusivamente el dólar en transacciones petroleras fue una gran noticia, pero una simple búsqueda en Internet muestra que no obtuvo ninguna cobertura en los principales medios occidentales.
Por muy catastrófico que sea para el futuro de la economía estadounidense, el apagón mediático muestra el alcance del temor y el horror ante las posibles consecuencias de la decisión.
Actualmente, el gobierno de EEUU está pagando más de 34,5 billones de dólares en deuda. El acuerdo con Arabia Saudí ha proporcionado a EEUU la capacidad única de incurrir en grandes déficits comerciales sin enfrentar repercusiones económicas inmediatas. Si el orden financiero actual colapsa, EEUU se convertirá de inmediato en el peor país del mundo en penuria.
El “acuerdo del petrodólar” se remonta a la crisis del petróleo de 1973, bajo el cual Arabia Saudí se comprometió a fijar el precio de sus exportaciones de petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses e invertir sus excedentes de ingresos petroleros en bonos del Tesoro estadounidense.
El acuerdo dio a EEUU acceso a una fuente estable de petróleo y a un mercado cautivo donde el país podía constantemente emitir deuda en dólares y ganar dólares para las exportaciones.
El acuerdo convirtió al dólar estadounidense en la moneda de reserva mundial y la demanda global del dinero fiduciario estadounidense para comprar petróleo fortaleció enormemente al dólar y tuvo un profundo impacto en la economía del país. La entrada de los excedentes de ingresos petroleros al Tesoro estadounidense también creó un mercado de bonos fuerte y apoyó las bajas tasas de interés.
Si las naciones del mundo dejan de usar dólares para realizar negocios, la demanda de la moneda estadounidense se desplomará. Esto creará un exceso de dólares, una rápida devaluación del dólar y una inflación sin precedentes en EEUU.
Todo indica que este proceso ya está en marcha. Según los economistas, inevitablemente se producirá un impulso global para deshacerse del dólar como principal moneda de reserva del mundo.
Según el Wall Street Journal, en 2023 el 20 por ciento del petróleo mundial se comprará pronto en monedas distintas al dólar.
Rusia, Irán, Arabia Saudí, China y otros países están adoptando cada vez más las monedas nacionales en el comercio de energía.
En enero, los Emiratos Árabes Unidos completaron con éxito el primer pago transfronterizo utilizando el dirham digital para transacciones con China. Se produjo poco después de que el país del Golfo Pérsico cerrara su primer acuerdo de exportación de petróleo con la India en rupias.
La decisión de Arabia Saudí de no renovar el acuerdo del petrodólar que expiró la semana pasada representa un cambio importante en la dinámica de poder global, donde la creciente influencia de las economías emergentes significa el declive de la dominación financiera estadounidense.
El reino ha sido invitado a unirse al grupo BRICS de países emergentes, que buscan un mayor uso de las monedas locales en el comercio entre sus miembros.
El martes pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, participó en una reunión ministerial de extensión de los BRICS en Nizhni Novgorod, Rusia, para discutir temas y prioridades de interés común, avances en la escena internacional y desafíos globales actuales.
Los BRICS son un grupo de economías emergentes que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a los que se sumaron a principios de este año los nuevos miembros Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos.
El bloque tiene una población combinada de alrededor de 3.500 millones de personas. Representa aproximadamente el 28 por ciento de la economía mundial, con un valor de más de 28,5 billones de dólares. Los países BRICS también representan alrededor del 42 por ciento de la producción mundial de petróleo crudo.
China ha estado presionando a Arabia Saudí para que acepte yuanes a cambio de petróleo y, según se informa, el gobierno saudí ha expresado su apertura a la idea.
El reino ya ha anunciado su oferta para unirse al sistema de pago del Banco de Pagos Internacionales y dejar así el sistema de petrodólares como único sistema de pago para la energía.
Otras monedas, como el euro, el yuan chino e incluso las criptomonedas, podrían volverse más prominentes en el comercio internacional, disminuyendo potencialmente el predominio del dólar.
Los analistas dicen que si bien pasarán años antes de que el dólar estadounidense pierda su condición de moneda de reserva, el actual avance en la transición hacia otras monedas nacionales y criptomonedas en medio del aumento de las tensiones geopolíticas muestra que el fin de la hegemonía del dólar es inevitable.
Source: Press TV