Un destacado graduado pro-palestino de la Universidad de Columbia demandó al gobierno del presidente estadounidense Donald Trump por 20 millones de dólares por su arresto y detención a manos de agentes de inmigración.
Mahmoud Khalil, uno de los líderes de las protestas pro-palestinas en los campus universitarios estadounidenses, fue puesto bajo custodia tras su arresto en marzo.
Khalil, graduado de la Universidad de Columbia y activista palestino que ayudó a organizar protestas en campus universitarios contra la guerra genocida de “Israel” en Gaza el año pasado, fue arrestado el 8 de marzo en Nueva York. Desde entonces, permaneció recluido en un centro de detención migratoria en Luisiana.
Khalil también es residente legal permanente en EEUU y anteriormente se desempeñó como negociador principal para la Desinversión del Apartheid de la Universidad de Columbia (CUAD).
Fue liberado de un centro federal de detención migratoria en Luisiana el mes pasado, horas después de que un juez ordenara su libertad bajo fianza.
El grupo legal que respalda a Khalil declaró en un comunicado que el gobierno de Trump llevó a cabo su plan ilegal de arrestar, detener y deportar a Khalil con el objetivo de aterrorizarlo a él y a su familia. “La administración llevó a cabo su plan ilegal de arrestar, detener y deportar al Sr. Khalil “de una manera calculada para aterrorizarlo a él y a su familia”, afirma la demanda”, según el Centro de Derechos Constitucionales, que respalda a Khalil.
Añadió que, durante su detención, Khalil sufrió graves problemas emocionales, dificultades económicas y daños a su reputación.
Khalil calificó la demanda como un primer paso hacia la rendición de cuentas, enfatizando que debe rendir cuentas por las represalias políticas y el abuso de poder.
“Nada puede restituir los 104 días que me robaron. El trauma, la separación de mi esposa, el nacimiento de mi primer hijo que me vi obligado a perder”, declaró.
“Deben rendir cuentas por las represalias políticas y el abuso de poder”.
Khalil ya había compartido su “horrenda” experiencia en detención, donde “compartió dormitorio con más de 70 hombres, sin ninguna privacidad y con las luces encendidas todo el tiempo”. El gobierno ha acusado a Khalil de “antisemitismo”, pero los funcionarios no han presentado pruebas que respalden sus acusaciones, ni públicamente ni en los archivos judiciales.
En cambio, los críticos argumentan que el gobierno está utilizando dichas acusaciones para silenciar cualquier forma de activismo pro-Palestina.
Trump ha comenzado a cumplir su amenaza de deportar a todos los activistas universitarios no ciudadanos vinculados a las protestas pro-Palestina que sacudieron a EEUU la primavera pasada.
Los funcionarios de Trump han acusado a estos estudiantes de ser “adversarios a la política exterior y los intereses de seguridad nacional” de EEUU por su condena a la guerra genocida de “Israel” contra los palestinos en la asediada Franja de Gaza, que se prolonga desde hace meses.
Estas medidas han generado una fuerte oposición por parte de los críticos, quienes argumentan que el gobierno de Trump está castigando a los estudiantes por expresiones protegidas por la Primera Enmienda. Sin embargo, los funcionarios del gobierno sostienen que tienen la autoridad para cancelar visados, alegando que algunos estudiantes participaron en conductas “antisemitas” o “amenazantes”, acusaciones que los estudiantes rechazan firmemente.
Source: Press TV