Un ambiente tenso prevaleció este miércoles en las zonas del norte de Siria donde están desplegadas las fuerzas turcas, tras un día de masivas manifestaciones populares y choques armados que causaron siete muertos y 15 heridos.
Como reacción a los sucesos que incluyeron ataques a puntos y bases militares, quema de banderas y agresiones a los empleados turcos, las autoridades de Ankara cerraron los cuatro cruces fronterizos de Bab Al-Salama, Jarabulus, Al-Rai y Bab Al-Hawa.
Pobladores citados por medios de prensa expresaron su temor de la reanudación de los enfrentamientos y de las reacciones de represalia por parte de las milicias proturcas, y hablaron de la llegada de refuerzos militares turcos a las zonas fronterizas.
El lunes último, varias personas perdieron la vida y otras resultaron heridas por violentos enfrentamientos entre formaciones irregulares y las fuerzas turcas desplegadas el norte de la provincia de Alepo sin el consentimiento del Gobierno sirio.
En la ciudad fronteriza siria de Afrín se vivieron los enfrentamientos más violentos, con al menos cuatro personas muertas en un tiroteo entre manifestantes armados y tropas turcas.
En otros lugares, se produjeron escaramuzas y enfrentamientos armados, donde los civiles lanzaron piedras a los convoyes turcos y derribaron la bandera turca en algunas oficinas.
Desde 2018, los militares turcos y agrupaciones armadas ilegales controlan extensas áreas en las provincias de Idleb, Alepo, Raqqa y Hasaka en el norte de Siria, lo cual fue calificado por Damasco de ocupación y apoyo al terrorismo.
Source: Prensa Latina