La revista norteamericana Foreign Policy acaba de escribir en un artículo que las políticas extremistas de Arabia Saudí no harán más que debilitar a este país y reforzar el poder e influencia de Irán en Oriente Medio.
El redactor del artículo, Ross Harrison, añade que Donald Trump ve en el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, un dirigente árabe a su imagen y cree que es el mejor que nunca habría esperado. “La hostilidad implacable de este joven príncipe hacia Irán y sus críticas severas hacia Qatar van en el mismo sentido que las posiciones agresivas de Trump contra Irán”.
La revista añade que la política extremista de Trump y Bin Salman hacia Irán es, en realidad, un regalo para Teherán.
Harrison señala que “los saudíes se equivocan si se felicitan por el apoyo de Trump a sus políticas regionales. El cerrar los ojos a las acciones norteamericanas, intensificar las críticas contra Irán y bloquear a Qatar, que es, como Arabia Saudí, un miembro del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, no harán al final más que debilitar la posición de Arabia Saudí”.
La revista señala: “En realidad, nadie acusará a los políticos iraníes cuando el mundo se dé cuenta de que son las acciones de Arabia Saudí las que desestabilizan la región”.
“El orden en el mundo árabe se ha convertido en más frágil debido a las guerras en Iraq, Libia, Siria y Yemen. Aunque Irán es considerado como una amenaza para los intereses saudíes, es el debilitamiento de la posición de Arabia Saudí entre sus vecinos árabes tras las revueltas de la primavera árabe y las guerras civiles la que constituye el mayor desafío para Riad y la mayor oportunidad para Teherán”.
La revista añade que la política saudí de hostilidad hacia Irán ha prolongado estas guerras y esto ha contribuido a debilitar enormemente la posición de Arabia Saudí frente a Irán, habida cuenta que las partes apoyadas por los saudíes en todas ellas han sido derrotadas.
Source: Sitios Web