El periódico Washington Post informó en un reportaje sobre un intento de una campaña publicitaria en el Sur de Asia para ocultar la conexión entre la compañía Coca-Cola e “Israel”. Sin embargo, recoge el fracaso de la campaña.
En detalles, el periódico dijo que la compañía de refrescos en Bangladesh lanzó una costosa campaña publicitaria, incluida una estrella de televisión conocida por sus papeles en series televisivas del Sur de Asia “cuando las ventas de la compañía comenzaron a disminuir en partes de Oriente Medio y Asia este verano debido a las campañas de boicot de empresas que apoyan a “Israel””.
En el anuncio, el actor Sharaf Ahmed Gibbon interpreta a un comerciante que asegura a los clientes que Coca-Cola no es un producto israelí, enfatizando los vínculos de la empresa con las comunidades musulmanas y diciendo que “incluso Palestina tiene una fábrica de Coca-Cola” a un grupo de muchachos que abandonaron sus objeciones políticas y luego bebieron botellas de Coca-Cola.
Pero había un problema, según el Washington Post, que señaló que la llamada fábrica palestina es en realidad “una empresa embotelladora de propiedad israelí que opera en un asentamiento israelí en Jerusalén Este que es ilegal según el derecho internacional”.
Contrariamente a lo esperado, “esta declaración engañosa provocó inmediatamente una reacción violenta y generó un nuevo enfado hacia The Coca-Cola Company, que ya estaba experimentando una caída del 23% en sus ventas antes de la emisión del anuncio”.
Después de que la compañía de refrescos retirara el anuncio de todos los mercados de televisión y cuentas de redes sociales, le dijo al Washington Post que “la campaña fue un error desafortunado”.
“El peligroso momento que enfrentan las empresas estadounidenses que sufren un boicot subraya la ira generalizada por el apoyo militar y político de Washington a la agresión de “Israel” contra Gaza”, dijo el periódico.
Señaló que las principales marcas estadounidenses como Coca-Cola, McDonald’s, Starbucks y Kentucky “experimentaron una disminución de las ventas en áreas que experimentaron boicots asociados con la Franja de Gaza”.
El analista Will Todman, especializado en asuntos de Oriente Medio en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, afirmó: “La gente se niega a beber Coca-Cola, y las marcas locales como Cola Matrix en Jordania y las compañías locales, como Arabia Keynesa, experimentaron un aumento en las ventas.”
Todman, que visitó Oriente Medio este verano para examinar los efectos de la guerra, añadió que “las únicas personas que vi bebiendo Coca-Cola fueron turistas”.
Dijo que vio sucursales de Starbucks y McDonald’s “completamente vacías en Marruecos, Túnez y Omán”.
Ante estos hechos, Todman concluyó que cualquier empresa con una estrecha conexión con EEUU está “en riesgo”, dada la decisión de Washington de brindar apoyo militar y político a “Israel” en las instituciones internacionales. De hecho, “la gran mayoría de las bombas y municiones arrojados por “Israel” durante la guerra son estadounidenses”.
Esto se produce después de que muchas empresas internacionales que apoyan la ocupación israelí experimentaran los mismos resultados en términos de disminución de ventas y ganancias, debido a su postura pro-”Israel” y sus vínculos financieros con esta entidad.
Source: Washington Post