La recuperación de los restos de seis cautivos israelíes muertos en la Franja de Gaza y la persistencia de Netanyahu en rechazar un acuerdo de intercambio por los vivos plantean dudas sobre el recurso por parte del ejército israelí al Protocolo Aníbal, que le permite impedir la captura de soldados israelíes incluso a costa de sus vidas.
El ejército israelí niega haberlo utilizado el 7 de octubre para impedir que se tomaran prisioneros israelíes, pero la indiferencia del gabinete y del ejército de ocupación ante el destino de los cautivos israelíes retenidos en la Franja de Gaza consterna y plantea muchas dudas sobre lo que sucedió.
De los aproximadamente 251 que fueron capturados, el gobierno israelí solo aceptó un acuerdo para liberar a 116 de ellos. Posteriormente, 11 fueron liberados en operaciones y se recuperaron 30 cadaveres, aunque entre 50 y 100 de ellos deberían estar aún con vida.
Una investigación periodística llevada a cabo la semana pasada por una emisora de radio del sector público australiano se hace eco de las sospechas de que el ejército israelí utilizó el 7 de octubre el protocolo Hannibal, provocando la muerte de varios israelíes.
En su investigación, Radio Australia o la Australian Broadcasting Corporation (ABC), recoge el testimonio de un colono israelí que vive en la zona de Gaza. Omri Shevroni, que dice que escapó de ser muerto por el bombardeo de un tanque israelí contra una casa en el Kibbutz Be’eri.
“Sabemos que al menos un prisionero murió por un proyectil y que hubo otros más. Hasta ahora no sabemos quién los mató”, dijo, eaxpresando su desaprobación por la decisión del ejército de utilizar munición pesada en el bombardeo de casas en los asentamientos.
El New York Times también mencionó el caso de esta colonia en su investigación, revelando que 12 israelíes que fueron capturados por combatientes palestinos murieron en el bombardeo de una casa situada en ella. El dedo apunta al comandante militar de la División 99, Barak Hiram.
En diciembre de 2023, la exlíder del Partido Laborista israelí, Shelly Yachimovitch, también acusó al general Hiram de haber dado la orden de disparar tanques que causaron la muerte de 12 israelíes, entre ellos niños.
Sin embargo, parece que falta documentación sobre este día considerado “el acontecimiento más importante desde la Guerra de Octubre de 1973”. Un artículo en Yediot Ahronoth expresó su sorpresa por el hecho de que las pistas y los testimonios no se hayan conservado y no sean objeto de una investigación unificada.
“¿Cómo es que “Israel” no consideró que la documentación de los acontecimientos del Sábado Negro no es una prioridad nacional que justifica la dedicación de un presupuesto de varios cientos de millones de dólares y la formación de una célula especial de emergencia?”, cuestionó el periódico. Yediot no considera posibles otras razones para esta negligencia que el deseo de ocultar la activación de este protocolo.
Hay que creer que una admisión oficial israelí de haber aplicado este protocolo sería improbable, sobre todo porque habría servido esta vez para sacrificar a civiles y no solo a soldados israelíes.
“Sería una gran catástrofe si investigamos y llegamos a la conclusión de que el ejército utilizó el Protocolo Aníbal para decidir matar a varios prisioneros. Tengan cuidado con nosotros en esta hora”, tronó para el Canal 13 el ex general de reserva Jay Tsur, que anteriormente estuvo al mando de las fuerzas terrestres israelíes.
En julio de 2024, el periódico israelí Haaretz, que sigue acusando al ejército de ocupación de haber activado este protocolo, reveló tres lugares donde se utilizó: el cruce de Eretz (Beit Hanun), la base de Ra‘im y el sitio de Nahal Oz.
Basándose en los documentos obtenidos, Haaretz aseguró que fueron la división de Gaza, el comando sur y el cuartel general del ejército los que dieron la orden de aplicar el Protocolo de Aníbal, desde las primeras horas del ataque de Hamas, en varios puntos de la frontera con la Franja de Gaza, sin conocer el número de israelíes capturados ni el de combatientes palestinos. Tampoco hay una evaluación definitiva del número de soldados y civiles israelíes muertos o heridos, informa el diario, según el cual el ejército reconoce la muerte de un soldado cerca de la valla fronteriza como consecuencia del fuego israelí en esta región.
El periódico señala también que el ejército israelí se comprometió a bombardear Gaza después del ataque, sabiendo que pondría en peligro la vida de los prisioneros israelíes, estimados entonces en varias decenas, lo que prueba el uso de este protocolo.
Hamas comentó la investigación de la radio australiana. “Esta es otra confirmación que se suma a informes anteriores de que el ejército de ocupación mató a decenas de colonos como parte de su método criminal”, escribió en un comunicado publicado el domingo.
“La mentirosa narrativa sionista sobre los acontecimientos del 7 de octubre pretendía demonizar a la resistencia y a nuestro pueblo palestino para justificar la guerra genocida contra la Franja de Gaza”, indica el movimiento palestino, según el cual la investigación de ABC “confirma que al criminal de guerra Netanyahu y su ejército nazi no les importan sus ciudadanos que han sido alcanzados por las balas de su ejército. Y continúa haciéndolo al torpedear todas las posibilidades de alcanzar un acuerdo sobre un alto el fuego y el intercambio de detenidos.”
Source: Medios israelíes