El régimen israelí bombardeó un campo de refugiados en la parte central de la Franja de Gaza, provocando un enorme incendio que mató a los palestinos que buscaban refugio allí de los estragos de la actual guerra genocida del régimen.
Los ataques tuvieron como objetivo el campamento que albergaba a los palestinos desplazados en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa en la ciudad de Deir al Balah en las primeras horas del lunes, matando al menos a tres personas e hiriendo a unas 70 más.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que se espera que el número de muertos aumente ya que se teme que hayan muerto decenas de palestinos desplazados.
Las imágenes que circulaban en las plataformas de redes sociales mostraban a personas intentando extinguir el fuego con lo que tenían a mano, incluidas mantas y cubos de agua.
Los medios de comunicación en lengua árabe presentaron un panorama espantoso de las consecuencias de los ataques que afectaron al campamento, cuando muchos de sus residentes, incluidos niños, estaban dormidos.
El ejército israelí alegó que había llevado a cabo los ataques como medio para atacar un “centro de mando” utilizado por el movimiento de resistencia palestino Hamas.
El grupo ha refutado de manera excepcional tales afirmaciones, que el régimen utiliza habitualmente en un intento de justificar sus actos de barbarie contra los civiles palestinos.
Los ataques se produjeron tras el asesinato por parte del régimen de al menos 20 personas, incluidos niños, en una escuela dentro del campo de refugiados de Nuseirat, que también se encuentra en el centro de Gaza.
Las atrocidades se produjeron como parte de la guerra del régimen contra Gaza desde el 7 de octubre de 2023 hasta el presente, que hasta ahora se ha cobrado la vida de al menos 42.227 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a otros 98.464.
Source: Press TV