“Nos mantendremos firmes hasta el final”, declaró ayer el presidente iraní, Masud Pezeshkian, en respuesta a una pregunta sobre las amenazas israelíes contra Irán, al margen de la ceremonia fúnebre por el general de los Guardias de la Revolución, Abbas Nilforushan, que fue martirizado junto al secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, como resultado de la agresión israelí en el Suburbio del Sur de Beirut el 27 de septiembre.
Tras días de informaciones contradictorias sobre su destino, el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica, Esmail Qaani, apareció ayer en la ceremonia para recibir el cuerpo de Nilforushan en el aeropuerto de Mehrabad, en Teherán, junto a un grupo de funcionarios militares y políticos iraníes, según imágenes difundidas por la televisión estatal iraní.
Los medios de comunicación occidentales, árabes e israelíes habían difundido rumores sobre el destino de Qaani, mientras que Teherán confirmó que sigue trabajando y que el Líder Supremo de Irán, Ali Jamenei, le otorgará próximamente la “medalla Fath”, considerada una de las más importantes del país.
Al mismo tiempo, a pesar de que han pasado dos semanas desde el ataque iraní con misiles a “Israel”, los funcionarios israelíes siguen hablando de la “inevitabilidad” de una respuesta a la República Islámica, mientras que esta última confirma su preparación para todos los escenarios.
En cambio, la portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, confirmó que lo ocurrido en el reciente ataque con misiles a Israel “fue una pequeña parte del poder de Irán, y aconsejamos al enemigo que no juegue con fuego”. Durante su conferencia de prensa semanal del martes, Mohajerani dijo que “Irán nunca ha iniciado una guerra, pero nunca ha dudado y nunca dudará en defenderse, y nunca estará dispuesto a cambiar sus intereses nacionales por cualquier otra cosa”. Añadió: “Independientemente del tipo de negociaciones que se estén llevando a cabo entre EEUU y la entidad sionista, confirmamos que Irán está listo para cualquier respuesta si es necesario”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, dijo durante de su visita, que incluyó Bagdad, Riad, Doha, Mascate y Ammán: “Planeamos continuar las consultas en otras capitales de los países de la región, y estos movimientos diplomáticos continuarán hasta que se logren resultados positivos a favor de la paz, la estabilidad y la calma en toda la región”. Araghchi anunció desde Mascate que las conversaciones indirectas entre Teherán y Washington, que se estaban llevando a cabo a través de la mediación omaní, habían sido suspendidas debido a “la situación en la región”, afirmando: “No hay lugar para estas conversaciones. Después de superar las crisis actuales, tomaremos una decisión sobre si volvemos o no a este proceso”.
Después de la operación del 7 de octubre, Irán y EEUU mantuvieron más de seis rondas de negociaciones con el objetivo de controlar la tensión y evitar un enfrentamiento directo entre ellos. En un contexto relacionado, el comandante en jefe adjunto de la Guardia Revolucionaria, el general de brigada Ali Fadavi, dijo que “la coordinación entre el campo de batalla y la diplomacia se ha vuelto más cohesiva hoy”, y agregó: “No hemos cerrado ningún camino, ya que el frente diplomático siempre ha estado abierto”. En un discurso durante la ceremonia fúnebre de Nilforushan, Fadavi destacó que “Irán, Iraq, Siria, Líbano, Palestina y Yemen están trabajando juntos hoy contra el enemigo”.
Source: Al Akhbar