Apenas 48 horas después de que aviones estadounidenses y británicos atacaran las provincias de Sanaa y Saada con una serie de ataques aéreos llevados a cabo por bombarderos furtivos B-2, las fuerzas de Sanaa respondieron con una operación militar naval dirigida contra un buque comercial llamado “Megalopolis”, que enarbola la bandera de Malta, debido a sus vínculos con la entidad israelí. Según un comunicado emitido por el portavoz de esas fuerzas, el general de brigada Yahia Sarii, la operación fue realizada por la fuerza aérea con varios drones.
El nuevo ataque se produjo a raíz de las filtraciones estadounidenses que afirmaban que Washington había sido capaz de eliminar diversas capacidades militares yemeníes, y a través de aquel Sanaa confirmó la integridad de sus capacidades militares, refutó las acusaciones estadounidenses de que estaban debilitadas y anunció el lanzamiento de una nueva fase de apoyo a Palestina y el Líbano, y su disposición a otro año de escalada militar contra la entidad israelí y sus partidarios estadounidenses y británicos, hasta que cese la guerra criminal israelí apoyada por EEUU en la Franja de Gaza y el Líbano.
Fuentes yemeníes afirmaron que las zonas atacadas estaban desprovistas de cualquier presencia militar y los aviones estadounidenses y británicos ya habían bombardeado esas zonas con aviones F-16 en más de una ocasión en los últimos meses. Fuentes militares de Sanaa dijeron a Al-Akhbar que la operación, que se llevó a cabo con bombas antibúnkeres del tipo MOP, reveló el alcance de los temores del enemigo estadounidense e israelí al frente de apoyo yemení y señalaron que ella no tuvo nada que ver con la navegación internacional, que es segura en el Mar Rojo para todos los buques comerciales que no tienen conexión con la entidad. Las fuentes esperaban que las operaciones de las fuerzas navales y aéreas yemeníes contra el enemigo se intensifiquen a niveles sin precedentes durante el nuevo año.
Por su parte, los observadores en Sanaa señalaron que el uso de este tipo de bombarderos por parte de Washington se produce después del éxito de Sanaa en limpiar el Mar Rojo de portaaviones estadounidenses, después de que sus fuerzas navales atacaran al portaaviones estadounidense “Eisenhower” a mediados de este año, y obligaran a su portaaviones de reemplazo “Roosevelt” a alejarse en el mar. Agregaron que este notable desarrollo también reveló que Washington está sufriendo una crisis en el uso de sus bases en la región para llevar a cabo operaciones militares hostiles contra Yemen, especialmente después de que Sanaa amenazara con atacar los intereses estadounidenses y británicos en la región, y confirmara que cualquier base militar utilizada en la agresión contra Yemen sería un objetivo legítimo para este país.
Vale la pena mencionar aquí que todas las operaciones militares navales y aéreas estadounidenses y británicas no lograron debilitar el frente de apoyo yemení, y Sanaa respondió desarrollando sus capacidades militares navales y aéreas, lo que le permitió, después de un año de entrar en la línea de confrontación con la entidad israelí, imponer nuevas ecuaciones militares.
Source: Al Akhbar