Los países europeos estarán sujetos a derechos de aduana, que es “la única manera” de que EEUU “sea tratado correctamente”, estimó, el martes 21 de enero, el presidente estadounidense, Donald Trump, añadiendo que los productos chinos serán gravados con un 10% de aranceles desde el 1 de febrero.
“La UE es muy mala para nosotros. Nos tratan muy mal. No compran nuestros coches ni nuestros productos agrícolas. En realidad no compran mucho”, dijo el presidente estadounidense, y agregó: “Así que son buenos candidatos para los aranceles”.
Interrogado por la prensa en la Casa Blanca, Trump aseguró también que su administración está discutiendo “aranceles aduaneros del 10% sobre los productos chinos porque envían fentanilo a México y Canadá, que finalmente se consume en EEUU”.
“Probablemente sea el 1 de febrero, esa es la fecha que estamos considerando”, añadió Donald Trump, que corresponde a la fecha anunciada la víspera para la aplicación de aranceles aduaneros del 25% a productos mexicanos y canadienses.
China respondió el miércoles diciendo que estaba “firmemente determinada” a “defender sus intereses nacionales”. “Siempre hemos creído que no hay ganadores en una guerra comercial o en una guerra arancelaria”, dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una conferencia de prensa regular.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, presente este martes en el Foro Económico de Davos (Suiza), aseguró que Europa está dispuesta a negociar con el gobierno estadounidense, al tiempo que recordó que Washington es un socio comercial importante.
“Nuestra primera prioridad es iniciar rápidamente discusiones sobre nuestros intereses comunes y estar listos para negociar”, aseguró. “Seremos pragmáticos pero nos mantendremos firmes en nuestros principios: la defensa de nuestros intereses y el respeto a nuestros valores”.
Pero también se dirigió a China, recordando que “Europa seguirá abogando por la cooperación, no sólo con nuestros socios de toda la vida (…) sino también con todos los países con los que tenemos intereses comunes.”
“El mensaje que estamos enviando al resto del mundo es simple: estamos dispuestos a entablar un diálogo con ustedes si esto puede conducir a beneficios mutuos”, subrayó, asegurando que quiere “profundizar” la relación entre Bruselas y Pekín. .
Gran déficit comercial
Durante su campaña presidencial, Trump ya había denunciado el déficit comercial de EEIU con la UE, comparando al bloque con “una pequeña China” que “se beneficia” de EEUU.
“Tenemos un déficit comercial con la UE de 350.000 millones de dólares”, insistió el martes, “China es agresiva pero no es sólo China. Otros países también son grandes agresores”.
El déficit comercial de EEUU en su comercio con la UE ascendió a 131.000 millones de dólares en 2023, según datos del Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR) y se concentra principalmente en cuatro países, Alemania, Francia, Irlanda e Italia.
Pero las causas varían: el déficit comercial con Alemania es principalmente de carácter industrial, mientras que el de Irlanda está en gran medida vinculado a la instalación de las sedes europeas de grandes grupos estadounidenses en la isla, que se benefician de su fiscalidad muy ventajosa.
Antes de ser reelegido, Donald Trump ya había amenazado a la UE con aranceles a los productos europeos a menos que el bloque aumente sus compras de petróleo y gas estadounidenses.
El comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, había asegurado el lunes, tras la investidura de Trump, que la UE estaba “lista para defender sus intereses económicos, como ya lo hicimos durante la primera administración Trump cuando introdujo aranceles sobre el acero y el aluminio.”
El presidente norteamericano ya había impuesto aranceles al acero y al aluminio para proteger a la industria norteamericana, que consideraba enfrentada a una competencia desleal por parte de los países asiáticos y europeos.
También impuso una serie de aranceles a productos europeos durante su primer mandato, en represalia a la disputa comercial entre Washington y Bruselas por sus respectivos subsidios a sus fabricantes de aviones locales, Boeing y Airbus.
Source: Agencias