El rector de la Universidad de Harvard se ha abstenido de cumplir con una nueva lista de exigencias del gobierno estadounidense para mantener el acceso a la financiación federal, como parte de la represión de Washington contra las protestas académicas pro-Palestina.
Alan Garber anunció el lunes en un mensaje a la comunidad de Harvard que las autoridades universitarias no cederán ante la letanía de exigencias “sin precedentes” y la campaña de presión de la administración del presidente estadounidense Donald Trump sobre la financiación.
Garber afirmó que el gobierno federal se había excedido en su autoridad al emitir un ultimátum después de que la administración Trump anunciara que revisaría 9.000 millones de dólares en subvenciones y contratos federales, incluyendo los hospitales de investigación de Harvard, como parte de su proclamado esfuerzo por “erradicar el antisemitismo”, equiparando este a las protestas contra los crímenes y el genocidio de “Israel”.
En un caso, el gobierno estadounidense exigió que un tercero auditara las opiniones de estudiantes, profesores y personal, y que Harvard restringiera el poder de ciertos instructores y administradores involucrados en activismo. El gobierno de Trump también exigió que Harvard prohibiera el uso de mascarillas y cerrara sus programas de diversidad, equidad e inclusión, que, según afirma, enseñan a estudiantes y personal a “evaluarse rápidamente unos a otros basándose en estereotipos raciales e identitarios”.
El gobierno también solicitó la cooperación de Harvard con las autoridades federales de inmigración para reformar su proceso de admisión para estudiantes internacionales.
“La Universidad no renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales”, escribió Garber en el mensaje a la comunidad.
“La prescripción del gobierno excede las facultades del gobierno federal. Viola los derechos de Harvard amparados por la Primera Enmienda y excede los límites legales de la autoridad gubernamental bajo el Título VI. Además, amenaza nuestros valores como institución privada dedicada a la búsqueda, producción y difusión del conocimiento. Ningún gobierno, independientemente del partido en el poder, debería dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quiénes pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden seguir”.
Universidades e instituciones académicas de EEUU y Europa han sido escenario de protestas generalizadas contra la atroz ofensiva israelí contra la Franja de Gaza durante el último año, después de que el régimen comenzara a devastar el asediado territorio palestino el 7 de octubre de 2023.
La administración Trump ha comenzado a cumplir su amenaza de deportar a todos los activistas universitarios extranjeros vinculados a las protestas pro-Palestina. El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró recientemente que Washington había revocado los visados de al menos 300 estudiantes extranjeros.
Funcionarios de Trump han acusado a estos estudiantes de ser “adversarios de la política exterior y los intereses de seguridad nacional” de EEUU por su condena a la guerra genocida que “Israel” ha librado durante meses contra los palestinos en la asediada Franja de Gaza.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 50.983 palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y otras 116.274 personas han resultado heridas en el brutal ataque militar israelí en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Source: Press TV