El presidente de Túnez, Kais Saied, rechazó críticas internacionales a su gobierno por las condenas emitidas contra opositores políticos y las consideró una injerencia, destacan hoy aquí medios locales.
Recientemente, los tribunales tunecinos impusieron duras penas de prisión a unas 40 personas acusadas de conspiración, algunas condenadas hasta 60 años, acusadas de conspirar contra la seguridad del Estado y de tener vínculos con grupos terroristas, e incitar a la violencia.
El proceso, que comenzó el pasado cuatro de marzo en esta capital, excluyo la aparición pública de nueve de los acusados por considerarlos demasiado peligrosos para ser liberados.
En tanto, sus abogados exigieron el derecho de sus clientes a comparecer ante un juez mientras numerosas manifestantes expresaban su rechazo al juicio en el exterior de la corte.
Entre los acusados hay líderes opositores, diplomáticos, empresarios, periodistas, abogados y defensores de derechos humanos y varios de ellos llevan más de dos años en prisión.
Observadores políticos recuerdan que Naciones Unidas acusó recientemente al gobierno del actual presidente tunecino, Kais Saied, de utilizar al poder judicial para sofocar la disidencia, luego de que en 2021 disolviera el parlamento y ampliara los poderes ejecutivos.
Durante su primer mandato, Saied estremeció la vida política tunecina cuando suspendió el parlamento, modificó la Constitución y ordenó el arresto de varios de sus oponentes, entre ellos empresarios y ejecutivos de su más firme antagonista, el partido An Nahda, de tendencia islamista.
Source: Prensa Latina