Al frente del gobierno de un país que enfrenta los ataques israelíes, la ocupación de ciertos puestos, una crisis económica sin precedentes y numerosos desafíos políticos, el primer ministro libanés Nawaf Salam consideró oportuno hacer comentarios controvertidos sobre la revolución iraní, el desarme de la resistencia y la paz con el enemigo sionista.
Salam insistió en sus declaraciones, realizadas durante una entrevista con un canal de televisión antiresistencia, y las repitió durante el “Foro de Medios Árabes” en Dubái.
Salam afirmó que las armas de la resistencia han socavado la autoridad del Estado, ignorando el hecho de que este ha protegido y liberado al Líbano del enemigo sionista.
Salam hizo un llamado a establecer la paz con el enemigo que ataca al Líbano a diario. En lugar de destacar las violaciones sionistas, Salam subrayó que la “era de la exportación de la revolución iraní” ha terminado, lo que provocó que el enviado adjunto estadounidense, Morgan Ortagus, aprobara sus declaraciones.
Buscar el apoyo de EEUU hizo que Salam se alejara del marco del presidente Joseph Aoun, quien se muestra comprometido con el interés nacional.
Source: Al Manar