Morgan Ortagus, adjunta de Steve Witkoff y responsable de asuntos libaneses durante la administración Trump, será destituida de su cargo.
Según el Canal 14 de “Israel”, esta inminente salida sería una mala noticia para “Israel”, ya que Ortagus es considerada “una aliada en la lucha contra Hezbolá”.
Se inició rápidamente una investigación para determinar las circunstancias de esta decisión y si el reemplazo de Ortagus se debió únicamente a un cambio en la política estadounidense hacia el Líbano o a su personalidad, a quien allegados describen como “la más arrogante y altiva, la menos experimentada y la menos diplomática”, hasta el punto de que su comportamiento y sus declaraciones avergonzaron no solo a los funcionarios libaneses, sino también al personal de la Embajada de EEUU en Beirut, quienes se vieron obligados a intervenir en varias ocasiones para restablecer la situación.
Los funcionarios estadounidenses se sorprendieron cuando se apresuró a “provocar una ruptura” en la comunicación con el presidente Joseph Aoun, antes de que sus relaciones con el comandante del ejército Rodolph Haykal se deterioraran drásticamente.
¿Qué sucedió?
Hace unas semanas, visitantes de la capital estadounidense reportaron una avalancha de comentarios sobre el desempeño de Ortagus. Explicaron que el presidente Aoun había expresado a funcionarios de la administración estadounidense su insatisfacción con su estilo de trabajo y la forma en que se dirigía a ellos.
Luego vinieron las reacciones a su comportamiento ostentoso durante las conferencias de prensa o a los informes sobre sus reuniones con funcionarios libaneses en la Embajada de EEUU en Awkar.
Su reunión con el comandante del ejército reveló entonces un problema importante: se dirigió a él como “su superior”, refiriéndose a la ayuda que “mantiene al ejército a flote”.
Luego lanzó una campaña de críticas indirectas contra numerosos funcionarios políticos, incluyendo un insulto flagrante al exdiputado Walid Jumblatt.
¿Cuál será la alternativa?
Según fuentes libanesas bien informadas y cercanas al equipo de la Embajada de EEUU en Beirut, se habla de “reemplazar a Ortagus por un funcionario estadounidense, en el contexto de los cambios en curso dentro de la administración estadounidense y el Consejo de Seguridad Nacional”.
Estas fuentes citan a estadounidenses diciendo que “la experiencia de Ortagus fue la más controvertida, y se puede decir que cumplió su misión de llenar el vacío en el período de transición más corto de todos los enviados estadounidenses al Líbano, y que la misión será confiada a funcionarios genuinos que serán nombrados pronto”.
Source: Al Manar