El primer ministro iraquí ha denunciado las declaraciones del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, contra las Fuerzas de Movilización Popular de Iraq (Hashid al Shaabi) considerándolas una injerencia flagrante en los asuntos internos del país árabe.
Tillerson afirmó durante una visita a Arabia Saudí que las milicias que luchan al lado del Ejército iraquí son “milicias shiíes iraníes” y pidió que “regresen a su país, Irán”.
Cabe señalar, sin embargo, que los miembros del Hashid al Shaabi son todos iraquíes y se enrolaron por cientos de miles tras la fatua de Sayyed Ali Sistani, el líder religioso de los shiíes de Iraq, para luchar contra el Daesh. Hoy en día estas milicias forman parte de las Fuerzas Armadas de Iraq y cuentan en sus filas no sólo con shiíes, que constituyen al menos el 60% de la población de Iraq, sino también con sunníes, turcomanos, yazidíes, kurdos, cristianos árabes etc.
Los asesores iraníes han jugado un papel importante en el asesoramiento y entrenamiento al Ejército iraquí y al Hashid al Shaabi, pero llamar a los miembros del Hashid al Shaabi “iraníes” es o una muestra de desconocimiento o, peor aún, una provocación llevada a cabo por Tillerson que estaba sentado durante sus declaraciones al lado de Abdel Yubeir, el ministro de Exteriores del reino saudí, que es el mayor promotor del terrorismo wahabí en el mundo.
El interés de EEUU en que se disuelvan las Fuerzas de Movilización Popular viene dado por el papel que estas milicias han jugado en la destrucción de los planes de división de Iraq patrocinados por EEUU e Israel, en primer lugar a través del Daesh y luego del régimen kurdo de Barzani. El llamamiento de Tillerson busca también impedir que estas poderosas milicias sean utilizadas contra las fuerzas de Barzani otra vez.
Sin embargo, las autoridades iraquíes no parecen querer lo mismo que EEUU. “Las Fuerzas de Movilización Popular son iraquíes que han dado pruebas de grandes sacrificios y entrega en la defensa de su patria”, señaló el primer ministro iraquí, que recordó que ningún país tiene el derecho de injerirse en los asuntos internos de Iraq y de decir a los iraquíes lo que deben hacer.
“Las fuerzas terrestres que luchan en el territorio iraquí son sólo de origen iraquí. Ningún militar extranjero participa en operaciones militares terrestres. Las fuerzas de la coalición internacional o las de cualquier otro país están en Iraq sólo cumpliendo misiones de entrenamiento terrestre, aéreo y logístico”, dijo Abadi.
Por su parte y respondiendo a las alegaciones de Tillerson, el ministro de Exteriores iraquí, Mohammad Yavad Zarif, dijo en su cuenta de Twitter: “¿A qué país deben volver exactamente estos iraquíes, que han luchado para defender sus hogares contra el Daesh? ¡Qué vergüenza de política exterior norteamericana, dictada por los petrodólares (saudíes)!