Las protestas en Jordania contra el alza de los precios y tarifas entraron el sábado en su tercera noche consecutiva en la capital Ammán.
La policía lanzó gases lacrimógenos y utilizó porras para impedir que los manifestantes llegaran a la residencia del primer ministro.
Los manifestantes pidieron la dimisión del gobierno y bloquearon las carreteras con neumáticos y vehículos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) había apoyado el incremento del 5,5% en el precio de los combustibles y del 19% en la electricidad, lo cual ha llenado de ira a los jordanos, que consideran que tales incrementos van dirigidos contra las personas de rentas medias y bajas. Según los expertos, ellos provocarían una fuerte erosión en los niveles de vida.
El país tiene una deuda pública de unos 35.000 millones de dólares, que equivale al 90% del PIB. El incremento de precios señalado buscaba reducir la deuda.
El 18,5% de la población de 9,5 millones de Jordania está desempleado mientras que el 20% está bajo el umbral de la pobreza.
Según la agencia oficial jordana Petra, el rey Abdulá II ordenó el viernes al gobierno que suspenda el incremento de los precios después de que las protestas se extendieran.
Sin embargo, la decisión real no ha detenido las protestas.
Enfrentamientos en Karak
El viernes, se produjeron fuertes enfrentamientos en la ciudad de Karak, al sur de Jordania, entre manifestantes y la policía.
Los manifestantes denunciaron la carestía de la vida y la decisión del gobierno de aumentar los precios de los combustibles y la electricidad.
En febrero, la región de Karak fue igualmente escenario de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden. Los manifestantes arrojaron entonces piedras contra el edificio del gobernador de la provincia. Seis personas resultaron arrestadas.
El movimiento de protestas en Jordania busca denunciar el coste elevado de la vida y la corrupción. También reclama reformas políticas profundas.
Source: Agencias