Un grupo autodenominado “Los soldados de Franelas” se adjudicó un atentado terrorista que tuvo como blanco el sábado 4 de agosto al presidente venezolano, Nicolás Maduro. Se trataría de una milicia cuya misión es desestabilizar a Venezuela, un país que continúa resistiendo el hegemonismo de EEUU, que busca controlar el país latinoamericano y sus recursos. El desencadenar la violencia con la ayuda de una milicia armada es lo que los estadounidenses ya han intentado en Siria.
Se realizó un atentado contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, mientras pronunciaba un discurso con motivo del 81º aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana en el centro de Caracas, en la Avenida Simón Bolívar.
El ministro venezolano de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, había explicado anteriormente que Maduro había escapado a un ataque con drones explosivos mientras pronunciaba un discurso en una ceremonia militar en el centro de Caracas. Siete soldados resultaron heridos y hospitalizados como resultado del atentado, dijo el ministro.
“Hoy intentaron asesinarme. Un objeto volador estalló frente a mí causando una gran explosión. Luego, se produjo una segunda explosión”, dijo Maduro durante una intervención de radio y televisión.
Además de al presidente colombiano José Manuel Santos, Maduro acusó a personas que residen en EEUU de estar detrás del ataque. “Las investigaciones iniciales indican que muchos de los que financiaron el atentado viven en EEUU, en el estado de Florida”, dijo Maduro.
Una reivindicación apareció en la cuenta de Twitter de “Los Soldados de Franelas”. Se presentan como un grupo de “militares, civiles, patriotas y leales al pueblo de Venezuela”. “Hemos demostrado que son vulnerables. No lo logramos hoy, pero es solo cuestión de tiempo”, afirman.
Pero todo indica que este grupo cuenta con el apoyo y la financiación del exterior, especialmente de EEUU, como ha dicho el presidente Maduro.
Nicolás Maduro, cuyo país se ha estado oponiendo al unilateralismo estadounidense durante más de una década, ha sido objeto de una hostilidad no disimulada por parte de EEUU. Este último dijo en mayo que no reconocía los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas y continúa intentando atizar el fuego de la crisis política y social en el país latinoamericano.
Los analistas políticos creen que este ataque producido en pleno desfile militar contiene un mensaje: EEUU declaró la guerra a Caracas, una guerra idéntica a la llevada a cabo durante siete años contra el Estado sirio.
En 2011, fue creado el Ejército Sirio Libre (ESL) para derrocar al gobierno de Bashar al Assad con mercenarios y desertores del Ejército sirio.
Apoyado por Turquía y Qatar, y luego Francia e Israel, esta milicia activó y extendió la guerra en todo el territorio nacional. Posteriormente, se unió a otros terroristas de diversas tendencias para hacer de Siria el escenario de una de las guerras más grandes del nuevo siglo. Ahora, sin embargo, dicha organización está al borde del colapso para desesperación de sus patrocinadores.
Nada pensar que los intentos de desestabilizar Venezuela mediante apoyo a grupos de terroristas y mercenarios vayan a alcanzar tampoco ningún resultado en dicho país.
Source: Press TV