La presunta violación de la soberanía panameña por dos israelíes, ha recibido el repudio creciente de sectores académicos y estudiantiles, quienes exigen al gobierno una investigación del incidente ocurrido en la recién concluida Feria del Libro.
El estudiante de derecho de la Universidad de Panamá (UP) Gilberto Solís denunció que los supuestos diplomáticos intentaron obligarlo a abandonar el recinto ferial de Atlapa el pasado domingo, por considerarlo un peligro para la seguridad pública y recurrió a policías locales, que impidieron la consumación del hecho.
Los agentes extranjeros, que al parecer portaban armas, según el testimoniante, “tenían datos de mi ubicación residencial, dónde estudiaba, a qué me dedico y decían que tenían otro tipo de información que nunca revelaron; la Policía les pedía la información y ellos se negaban a mostrarla”, declaró. El joven es uno de los activistas de la solidaridad con Palestina y asistió a Naciones Unidas a un fórum sobre el tema, además de que el grupo al cual pertenece denuncia constantemente las masacres sionistas en la Franja de Gaza y los territorios palestinos ocupados por los colonos hebreos.
Solís dijo a los medios que lo preocupante es que “estos agentes traten de imponer su voluntad en un país soberano, donde hay libertad de pensamiento, libertad ideológica y definitivamente esto nos deja muy molestos”.
El rector de la UP, Eduardo Flores, elogió la actuación de la Policía, “porque está haciendo valer la soberanía de los panameños y que ningún otro estado, no importa qué embajada sea, tiene derecho a coartar la libertad de circulación a un ciudadano panameño”.
En una misiva, Flores pidió a la Cancillería istmeña una investigación sobre el incidente, lo que también fue avalado por organizaciones universitarias y de la sociedad civil, las cuales condenaron el suceso y apoyaron la actitud firme del joven que se resistió a la violación.
Según versión del estudiante y uno de sus acompañantes, Pedro Silva, a Prensa Latina, antes o después del incidente no hicieron ninguna labor de protesta o simpatía por la causa palestina que ocasionara la molestia de los agentes, aunque Solís fue categórico al expresar que es un defensor de los derechos humanos y todo lo hace públicamente.
Hasta el momento el gobierno guarda hermético silencio sobre el asunto, a pesar de solicitudes de los medios al Ministerio de Relaciones Exteriores para algún pronunciamiento; televisoras locales también hicieron similar intento con la Embajada de Israel en esta capital, pero fue infructuoso.
Secuestradores israelíes reciben penas leves
Otro tema que ha indignado a los panameños es un reciente acuerdo de pena a cuatro israelíes que secuestraron y extorsionaron a un comerciante en Panamá, ha provocado también el debate sobre la justicia en el país, porque solo pagarán multas y harán trabajo comunitario.
Gilad Ben Scholmo, Saar Belilos y Yuri Zitelzaif, autores del secuestro de Hanan Buhhut, fueron condenados a 48 meses de prisión por Ruth Aizpú, jueza de garantías del Primer Circuito Judicial, ‘por el delito contra la libertad individual en la modalidad de extorsión’, informó el Ã’rgano Judicial.
Mientras que la misma magistrada sancionó a 60 meses de prisión a Shahar Benita, por “los delitos contra el patrimonio (robo agravado) y el delito contra la libertad individual, en la modalidad de extorsión’” contra la víctima y el Estado.
Los fallos se corresponden con un acuerdo de pena suscrito entre la defensa de los acusados y el Ministerio Público (MP), pero posterior a la decisión de la jueza, los abogados solicitaron al tribunal el reemplazo de la pena de prisión por días multa a dos sancionados, y trabajo comunitario para el resto.
Finalmente, sin la oposición del MP, los secuestradores pagarán cuatro y seis mil dólares de multa, en los casos de Belilos y Zitelzaif, respectivamente, mientras que Scholmo y Benita, cumplirán 840 y mil 400 días de trabajo comunitario, respectivamente.
Reportes de prensa aseguraron que la víctima denunció también, que los mismos acusados, el 30 de agosto de 2017 lo asaltaron con armas de fuego y lo despojaron de una cadena valorada de 12.000 dólares, además de amenazarlo a él, sus familiares y su local comercial, el cual en dos oportunidades intentaron incendiar.
Este es el segundo caso relevante en que se ven involucrados ciudadanos israelíes, antecedido de la misteriosa fuga de la cárcel de Shy Dahan, lo que provocó el enjuiciamiento de altos funcionarios de la penitenciaría capitalina La Joyita y el sistema de protección en manos de la Policía Nacional.
Dahan fue extraditado desde España por estafa y las revelaciones de testigos y defensores en diálogo con los medios señalaron que no existen cintas de video o reportes de la forma en que salió del penal, aunque coinciden en que fue llamado a una oficina, adonde fue sin esposas, ni la identificación requerida y después desapareció.
El diario Panamá América, aseveró que “una fuente de entero crédito confirmó a este medio que Shy Dahan es un exespía de El Mossad, la Agencia de Investigación e Inteligencia del Gobierno israelí”, y que fue reclamado por el gobierno de su país, aunque sobre el tema no hubo pronunciamiento oficial.
Dahan es un “ex agente de inteligencia muy bien entrenado, audaz y calculador, pero que desde hace varios años prefirió ser mercenario, dedicarse al contraespionaje y a la estafa internacional”, presuntamente dijo al medio un “alto cargo en un departamento de intercambio de información entre la Policía panameña y la colombiana”.
De su parte, la Policía panameña prometió una recompensa de 10 mil dólares a quien ofrezca información del fugado, lo que consta en un cartel que destaca en letras rojas ‘SE BUSCA’, e incluye los teléfonos para la denuncia.
Source: Prensa Latina